El fin de semana ha sido duro. Chanyeol puede notarlo cuando entra al edificio el lunes por la mañana y apenas atraviesa el pasillo del último piso, aspira el aire cargado de pesadez. Tiene los ojos pesados y todavía sigue esperando que el efecto de la ducha y el café reciente le sienten como deben. Saluda a Lalisa quien le devuelve el gesto con una sonrisa casi perezosa, y directamente toca la puerta de la oficina.
— La Señorita Myoui está atrasada por el tráfico. Me pidió que la esperara.
Chanyeol está asintiendo. Se desploma en uno de los sillones del vestíbulo y echa la cabeza para atrás con los ojos cerrados.
— ¿Noche dura?
— Sí. Han sido días difíciles.
Lalisa asiente comprensiva, yendo hasta dónde el chico se encuentran y soltando frente a él una galleta.
— Es por el panecillo del otro día. Espero te guste.
— Oh, seguramente — le dice ondeando la gran galleta de chocolate frente a ella y dándole una mordida antes de caer otra vez en su posición.
— Está genial. Gracias, Lisa.
— No es nada.
— No quiero migajas en mi alfombra.
El pelinegro alza la cabeza al verla atravesar el pasillo. Marca un paso fuerte con ese vaivén de caderas elegante que le caracteriza. Luce fresca y radiante hasta que se quita los lentes oscuros y los cuelga en la camisa negra de satín.
Su rostro se ve pálido, cansado.Chanyeol y Lalisa comparten una mirada mientras Mina continúa directamente hacia la oficina. El pelinegro recoge sus cosas y la sigue.
— ¿Mala noche? — le pregunta al cerrar la puerta y pasarle su café diario.
— Cómo no tienes idea.
— ¿Kunpimook otra vez?
— No, fue mi padre esta vez. Pesadillas, ya lo sabes.
— ¿Estás teniendo pesadillas otra vez? — pregunta preocupado.
— Son frecuentes desde hace poco.
— ¿Cuánto?
— El tiempo que Nayeon lleva lejos de mí.
Su respuesta tajante estremece al muchacho. La mención de su nombre lo inquieta, y de repente siente que necesita abrir una ventana para tomar algo de aire. Nervioso, se acomoda el perfecto nudo de la corbata.
— ¿Todo en orden?
— Claro.
— No me mientas Park, te conozco.
— No es nada, Mina.
— Puedes decírmelo — insiste.
— Es temprano para darte un dolor de cabeza.
— Una aspirina siempre estará a la mano. Anda, dímelo.
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❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞
Fanfiction𝐌𝐈𝐍𝐀𝐘𝐄𝐎𝐍┆━ Im Nayeon, una joven coreana de veintidós años recién graduada de la carrera de contaduría recibe un cargo de suma importancia; trabajar unos días en una de las empresas más importantes de Seúl, perteneciente a la empresaria japon...