Capítulo 8

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Mina

El viernes da inicio, por la ventana de mi habitación veo el cielo pintarse con una paleta de colores rojizos y celestes que se mezclan para crear una bella obra de arte.

Los primeros rayos de sol impactan en mis ojos, por lo que me veo obligada a levantarme después de estirar mi cuerpo. Tanto el pantalón como la camiseta del pijama quedan sobre la cama, voy hasta el baño para tomar una ducha y arreglarme.

Con el cabello seco y cepillado, la ropa adecuada y algo de maquillaje, bajo a la cocina para desayunar algo.

El té y las tostadas recién preparadas están sobre la mesa, pero yo no tengo cabeza para algo más que no sea ella. Mientras me duchaba me puse a pensar en que mañana en la noche la veré en un ambiente diferente al de oficina, y eso me emociona demasiado. Aunque bueno, es mejor vivir el día de hoy primero.

Termino de comer, dejo la taza en el fregadero y corro a cepillar mis dientes para poder irme. Hoy tengo ganas de llegar temprano, por lo que  evitaré mi rutina matutina.

Subo en mi auto y conduzco rumbo al edificio, en el camino me dedico a escuchar música, de mis orquestas favoritas. El camino me resulta corto, por alguna extraña razón. Apago el estéreo, me quito el cinturón de seguridad y bajo.

En la entrada los guardias me reciben y abren la puerta, paso, y a los segundos escucho una voz conocida que habla a mis espaldas.

— Buenos días Señorita.

Dice ahora poniéndose a mi lado para entrar juntos en el ascensor.

— Buenos días Yeol, ¿qué debemos hacer hoy?

Pregunto mientras presiono el botón correspondiente del panel.

— Bueno, debemos reunirnos con Hirai Momo, Min Yoon Gi, Minatozaki Sana y Kim Seok Jin para que nos presenten la última colección de relojes.

— Muy bien, ¿algo más?.

— Sí, la directora Jihyo enviará en unos minutos con alguno de los contadores los porcentajes de ventas del mes pasado, mañana comienza febrero y es necesario.

— Perfecto.

Me sorprende como puede recordar tantas cosas, yo apenas y recuerdo que es lo que comí en el desayuno.

— También tenemos una reunión con Ken.

Dice después de algunos minutos, ¿Ken?, ¿quién diablos es ese?.

— ¿Ken?.

— El modelo tailandés.

Responde, a lo que sonrío algo confundida.

— Querrás decir Bambam.

Para mi sorpresa, Chanyeol niega con la cabeza y procede a explicarme el porque le ha llamado de esa forma.

— Parece un muñeco plástico como los novios de Barbie, siempre con esa sonrisita arrogante de niño mimado y millonario.

Lo dice con desprecio, cosa que me lleva a rodar los ojos y darle un golpe suave en el pecho.

— Ya, Chanyeol.

— Es que es tan molesto, mira todo con superioridad, y a usted le clava la mirada como si fuera un pastel de chocolate recién horneado, es asqueroso.

— Pero sabes que no me interesa, si me repugna un poco, pero tienes entendido que por más apuesto que sea no lo veré más que como otra persona en el mundo.

— Lo sé, pero juro que me dan ganas de partirle todo el plástico de la cara.

Comencé a reír, Yeol era realmente protector conmigo cuando de hombres se trataba, a veces llega a parecer un hermano celoso y sobreprotector, pero agradezco que me cuide como si fuese mi familia.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora