Capítulo 66

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Nayeon sigue los pasos descalzos de Mina que la guían hasta la cocina. Allí la ve estirándose y tomando dos copas de una de las alacenas superiores.

— Pásame la botella.

La coreana la saca de la bolsa de papel y se la entrega, observando como con habilidad la más joven descorcha el vino y lo sirve en ambas copas.

— Blanco.

— Creo que… Te gustó la última vez.

La pequeña sonrisa cómplice de Nayeon hace que Myoui sienta un millón de mariposas revolotear por su estómago. Sabe a lo que la chica se refiere. Con nerviosismo mira hacia un lado y le da un sorbo la copa, evadiendo la mirada de la muchacha mayor.

— Mina, ¿dónde están todos?

— ¿Todos? ¿Exactamente de qué todos hablas?

— Olvídalo, supongo que me he confundido — dice con una sonrisa apenada y se acaricia los cabellos.

— Nayeon ¿Estás bien? Actúas extraño.

— Yo... Sí, eso creo. No quiero que pienses que vine porque sí a tu departamento a estas horas, es solo que yo recibí un correo y bueno, pensé que tú estarías al tanto.

— ¿Un correo? Déjame ver.

La chica saca su celular y lo enseña. Efectivamente, es un correo en el que le invita a su departamento para festejar por la noche junto a Chanyeol y los demás compañeros de la oficina porque ha logrado cerrar un contrato importante.

— Yo no escribí eso — dice la japonesa.

— Ahora lo veo, pues ¿Quién piensas que haya sido?

— Creo tener una leve idea — expresa la nipona con enojo.

«Maldito desgraciado» piensa

El corazón le bombea frenéticamente, está enojada y es evidente por la forma en la que Nayeon está lentamente dejando su copa sobre la barra de granito y acercándose a ella para intentar tocarla.
Mina se aparta. Inconscientemente, se hace hacia atrás y deja a la coreana con un rostro afligido.

— Lo siento. Esto ha sido una mala broma, una de muy mal gusto. Es tarde, será mejor que regreses a casa y descanses.

— ¿No puedo quedarme un poco más?

— Nayeon, estoy algo cansada...

— Mina.

Sus ojos suplicantes terminan por doblegar la coraza de la magnate. Ella accede y muy a su pesar pronuncia un par de palabras cuando ya ha pasado tiempo y la botella lleva menos de la mitad.

— Puedes quedarte, el cuarto de invitados está libre para ti siempre que quieras.

— ¿No puedo dormir contigo?

— No hoy Nayeon, lo lamento.

— A veces no te comprendo. Cuando damos un paso hacia adelante siempre retrocedemos y parecemos estancarnos en el pasado— dice la mayor después de un momento —. A veces, yo… Mina, joder, quisiera tener un manual para saber cómo tratar contigo. Dime la verdad. Dime ¿Por qué no puedes dejarme leerte por completo?

Los ojos de Mina están perdidamente enfocados en la mujer levemente ebria frente suyo.

— Si te lo digo, saldrás corriendo de aquí y no querrás volver nunca más — le dice con cautela.

— ¿Tú quieres que me quede?

— Más de lo que puedes imaginar, incluso si en ocasiones te he demostrado lo contrario.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora