Capítulo 59

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Nayeon

Estoy en la sala charlando por teléfono con Tzuyu, llevo tiempo sin hablar con mi amiga y es verdaderamente una rara y única ocasión para hacerlo. Nos ponemos al día principalmente en el tema trabajo y luego nos vamos por las ramas en temas un poco más banales, y justo cuando comienzo a comentarle que siento el ambiente de la oficina un tanto extraño, el llamado a mi puerta me sobresalta.

Le pido a Tzuyu que aguarde unos segundos y me asomo por la mirilla de la entrada para ver de quién se trata. Reconozco sus cabellos y ese porte tan particular. Quito el seguro y abro puerta. Su rostro me enfrenta y el olor de su perfume invade todos mis sentidos.

— Hola, Nayeon.

Lleva puesta una casaca negra que le llega a la cintura, jeans y zapatillas blancas. Es extraño verla casualmente vestida, pero no me disgusta en absoluto. Se ve tan atractiva como siempre.

— Hola, Mina.

— ¿Puedo pasar? — pregunta ella calmadamente.

Me hago a un lado y ella entra. Cierro la puerta y recojo el teléfono que dejé sobre el sillón.

— Tzu, tengo que cortar, lo siento. Hablaremos luego, okay. Adiós.

— ¿Con quién hablabas?

— Tzuyu, una amiga de la otra empresa ¿Te ofrezco algo de beber?

— Está bien.

— Tengo un vino. No es como los que acostumbras a beber, pero es bueno.

— ¿Tinto?

— Es blanco.

— Puedo aceptarlo.

Su pequeña sonrisa me alborota. Parezco una adolescente. Así que para ocultar mis mejillas coloradas camino a la cocina y cojo dos copas de la estantería superior. Mina sigue mis pasos, puedo sentir sus ojos en cada uno de mis movimientos y eso me hace entorpecer un poco.

— Le pondré un poco de hielo, ¿está bien?

— No hay problema.

Dejó dos cubitos en cada copa y luego le entrego una. Mientras Mina le da un sorbo aprovecho para preguntar el porqué de su visita tan repentina.

— Pensé que estarías trabajando.

— Lo estaba, solo necesitaba un respiro. Hice un poco de ejercicio pero no ayudó. Ya sabes, es como cuando pones una canción y se pega en tu mente. No podía dejar de pensar en ti y bueno, solo tomé mi auto y creo que el resto de la historia ya la conoces.

Siento que se acerca y me pasa la mano por la mejilla, una caricia pequeña que tiene a mis sentidos agudizados. Vuelvo a sentir las mejillas calientes y ella lo nota al instante.

— Te has ruborizado.

— Es el alcohol — intento excusarme.

— Te ves hermosa.

Los ojos de Mina brillan. Tienen esa chispa que revolotea entre el risco del peligro y el deseo. Puedo sentir la intensidad de esa mirada y mi corazón comienza a golpetear lenta y dolorosamente. Su mano nuevamente me acaricia, esta vez más firme. Sus largos dedos recorren cada pequeña curva de mi rostro y siguen su camino hasta toparse en la parte trasera de mi cuello. Se me eriza la piel ante el tacto.

Ella parece embobada, esboza una sonrisa complacida que me tiene a sus pies en un segundo ¿Por qué tiene que ser la mujer más atractiva que he conocido en este planeta? Maldita perfección. Maldita Myoui Mina.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora