Capítulo 36

1.7K 117 60
                                    

Nayeon

Unos labios tiernos me acarician la sien, dejando un reguero de besitos a su paso, 
en el fondo quiero volverme y responder, pero sobre todo quiero seguir dormida. Me remuevo hacia un lado tratando de llevarme las mantas conmigo para cubrirme.

— Nayeon, despierta.

— No quiero.

Me acomodo e ingenuamente pienso que Mina va acostarse y me dejara dormir, pero ella sigue insistiendo, esta vez dando besos en mi espalda.

— En media hora tenemos que irnos a la oficina.

Abro los ojos a regañadientes, las persianas están abiertas, las cortinas corridas y puedo ver que afuera está oscuro, pero no como para ser de madrugada. Mina, está inclinada a mi lado ya vestida con su ropa del día y el cabello un poco húmedo, supongo que ha tomado una ducha, lo cual me resulta extraño porque anoche oí también la regadera. 

— ¿Te bañaste otra vez?

— Oh, no, solo lo mojé un poco para peinarlo, pero tú si debes ducharte.

Gimo caprichosa, no quiero moverme de aquí, estoy muy cómoda en estado de quietud.

—Vamos, bella durmiente, levanta. —Se agacha y me besa de nuevo—. Te he
traído algo, la ropa está sobre la cama, dúchate, mientras calentaré el desayuno.

Me da otro besito y se levanta, pero antes que salga abro bien los ojos y la miro incrédula.

— ¿Tú qué? ¿No te cortaste una mano o quemaste la cocina?

— Oiga, señorita Im, quizá no igualo sus dotes culinarios pero puedo hacer algunas cosas.

— Eso ya lo veremos — le digo y espero a que se vaya para estirarme en todo el colchón.

Como puedo me muevo, mis piernas tensas duelen, como cuando hiciste mucho ejercicio durante la clase de educación física.

— Tú lo querías, aquí lo tienes.

Me reprendo. Entonces miro la mesa de noche y veo un vaso con agua junto a una pequeña pastilla blanca. Tiene una nota debajo.

"Antes que lo pienses, no estoy tratando de drogarte, es solo un calmante para el dolor muscular. Tómatelo"

— Joder, debería tirártelo por la cabeza.

Digo, pero de todas formas lo cojo, siento que voy a necesitarlo. Voy al baño y tomo una ducha caliente que me relaja, y por más que la cama me llama a gritos, con toda la fuerza de voluntad que tengo disponible me visto y voy a la cocina. Apenas llego el olor me sorprende.

— Vaya, no huele a quemado.

— Ja Ja muy chistosa, aquí tienes, come por favor.

Mina me sirve un plato con tostadas de sal, aceite y orégano, junto a rollitos de jamón y queso. En frente deja una taza de cremoso café con leche.

— Mis felicitaciones a la chef — digo en broma, yendo directamente a atacar la comida, tengo mucha hambre.

— Serán recibidas — dice, dejando un beso en mi mejilla.

— Te queda bien mi traje.

Llevo uno de los trajes clásicos de Mina, es gris, entallado y muy fino, pero sigo creyendo que no me luce como a ella.

— Te queda mejor a ti.

— Tonterías.

La siento tras mi espalda, sus brazos me rodean y me llevan contra su pecho, los labios me buscan la oreja y dejan un suave beso en ella.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora