Capítulo 42

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Kunpimook

Llega el descanso, aprovecho para escabullirme hasta las oficinas de los fotógrafos en busca de Sooyoung y afortunadamente no tardo en encontrarla. Me muevo un tanto rápido y sin muchas explicaciones le pido que me siga, ella lo duda visiblemente, pero de igual forma camina detrás de mí hasta una de las salas apartadas del tercer piso.

Cierro la puerta, tomo una de las sillas apiladas a un lado y la única frente a mí, le pido a la chica que se siente.

— Señor Kunpimook ¿qué sucede?

— Usted y yo tenemos que discutir sobre un asunto serio, pero antes me gustaría que tome asiento.

No la estoy tuteando y mucho menos tratando de manera muy amigable, mi intención ciertamente no es asustarla o desquitarme con ella porque está siendo una buena chica, sin embargo necesito ponerme firme si quiero solucionar las cosas a mi favor.

— Creo que debo aclarar que lo que pase en esta sala, quedará aquí, no querremos que lleguen cosas indebidas a oídos de otras personas — le aclaro con mala intención.

Noto como su postura cambia, hombros tensos, manos apretadas entre sí, vista baja. Está más que nerviosa y no puede ocultarlo.

— ¿Le ocurre algo señorita Park? ¿Se siente acalorada?-

— No — dice no tan convencida.

— ¿Segura?, está sudando, puedo abrir una ventana si lo desea.

Ofrezco, tengo una sonrisa divertida mientras que ella apenas y puede verme. Se pasa la mano por la frente para comprobar si lo que digo es cierto, se limpia unas pequeñas gotitas.

— ¿Sooyoung?

— ¡Estoy bien!

Me sobresalto cuando me alza la voz, y casi de inmediato me cruzo de brazos y alzo una ceja con disgusto. 

— Disculpe, yo no sé que me pasó.

— Tranquila — le digo —. Sé perfectamente lo que ocurre.

Me acerco a ella, suavemente tomo su mentón y elevo su rostro.

— Escondes algo y no quieres decirme.

— No sé de lo que habla — dice bajo —. Creo que ya debería irme, me está incomodando demasiado.

Se suelta de mi agarre y me empuja un poco para poder ponerse de pie. Entonces antes de que se voltee, saco de mis jeans el brazalete y se lo enseño.

— Entonces no me contarás como es que esto llegó al estudio el viernes pasado después de que todos se retiraran.

Su rostro está en blanco, parpadea sin decir nada.

— Sí, te atrapé pequeña astuta, mientras discutía con Minnie tú estuviste oyendo todo y  luego cuando intentaste irte se te cayó tu lindo brazalete, ¿pensaste que lo habías perdido no?, qué pena — digo con un falso tono de arrepentimiento.

— ¿Podrías dármelo? — pide en voz baja con irritación.

— Claro, no me importa está estúpida cosa, pero tienes algo que sí me interesa.

— Adelante, dime qué quieres, ¿dinero, una cita, sexo? Solo quiero irme.

Suelto una risa, ella es tan ocurrente, tan linda y estúpida.

— Cariño, esto no se olvidará con un par de copas y besos, soy un hombre de estándares altos y mente brillante, necesito que me ayudes con algo.

Joy me mira con confusión esperando una aclaración a lo que acabo de decir, y claro que voy a dársela.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora