Capítulo 13

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Chanyeol

Mina entra en la oficina, trae una amplia sonrisa en el rostro y creo saber la razón.

— Señorita Mina, ¿ya se arreglaron las cosas?.

— Sí Chanyeol, todo está solucionado.

— Es bueno oírlo — le digo. — ¿Podemos regresar al trabajo entonces?.

— Claro, ahora que el proyecto de Namjoon está aprobado debemos calcular el precio de las nuevas creaciones de Min yoon Gi, y también escuché que Minatozaki ha estado trabajando en nuevos colgantes.

— Eso es correcto, de hecho, algunos ya están terminados.

— Perfecto, entonces deberíamos hablar con ellos.

— Podría citarlos aquí, será más cómodo.

— Exacto, llámalos y cuando esté listo avísame, le enviaré un mail a Jihyo para que preparen los presupuestos en la planta de contaduría. Debo armar los nuevos inventarios de compra.

Podríamos tener alguien que se encargue de ello, pero esas tareas siempre ha preferido hacerlas Mina, así nada se le escapará de las manos. Ella es tan poco confiada.

— Muy bien, ya mismo llamo a los diseñadores.

A paso rápido salgo de su oficina, la mayor parte de mi día es así, correr o caminar rápido por los pasillos del edificio llevando carpetas, propuestas, papeles, cafés y demás.
Pero no puedo quejarme, Mina es una increíble jefa y mi mejor amiga.

Trabajar con ella se siente muy bien, me da bastante participación en sus cosas, me deja apoyarla y me apoya en casi todo. Puede tener sus días malos, sus arranques de soberbia y mal humor, pero fuera de eso, es una persona vulnerable como cualquiera.

Solo espero que algún día, ella pueda sanar por completo.

Jihyo

Nayeon regresó hace unos minutos, puedo jurar que la rodea un aura de amor con unicornios y arcoíris incluídos, no sé que le habrá pasado para que esté tan feliz, pero debe estar relacionado con Mina.

— ¿Nayeon?.

— Dime.

—¿Puedo saber que pasó para que estés tan feliz?.

— No es nada, yo estoy feliz siempre Jihyo.

Su tono es de indiferencia, trata de excusarse, pero la expresión en su rostro dice lo contrario,  la sonrisa no puede borrarse de sus labios.

— Lo sé, pero no todos los días pareces derramar azúcar por los poros.

Sonríe, parece una pequeña niña, incluso el tono de su voz se ha hecho más agudo y juguetón.

— Bueno, tal vez alguien hizo algo muy lindo.

— ¿Ese alguien es Mina?.

— Sí.

— ¿Pasó hace rato?.

— Sí.

— ¿Te gustó lo que ella hizo?.

—Me encantó.

Su sonrisa se hace cada vez más amplia, está en un estado soñador, ha tenido una gran dosis de dopamina. Es por ello que decido jugar un poco.

— ¿Te dió?.

— Sí — asiente entusiasmada hasta que me escucha reír. — Espera, ¿qué?.

Su cara es un poema, mi risa incrementa al igual que el color carmín en sus mejillas, ya me duele el estómago de tanto reír.

❝𝑭𝑰𝑭𝑻𝒀 𝑺𝑯𝑨𝑫𝑬𝑺 𝑶𝑭 𝑴𝒀𝑶𝑼𝑰❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora