Recorrí las calles de la célebre condesa y noté
que aumentaron los negocios como cafecitos y abundaban los turistas.eso me pareció irónico al recordar que de niña esto no era así; de hecho los vecinos se mostraron algo incómodos por las peculiaridades de Alai y su mamá y ahora esas peculiaridades de alguna manera eran la norma entre los nuevos habitantes extranjeros.
¿Obra de reciente gentrificación?
Llegue a la barda del instituto Avilez justo en la esquina para doblar a la calle donde recordaba que se encontraba la casa de Alai tenía mis dudas de si Alai me había dicho la verdad sin embargo di vuelta con el auto y me detuve en la casa que se encontraba a mitad de la calle frente a la entrada de mi Antigua escuela primaria.
Para este momento las nubes de tormenta habían obscurecido más el cielo que ya de por si estaba en vísperas del anochecer, baje del auto y la casa frente a mi no había cambiado prácticamente nada a excepción de qué el portón parecía que había sido pintado recientemente aunque del mismo color con el que lo recordaba.
Me acerqué y toqué usando la campana qué tenía como timbre.
— si ¿ dígame? — una mujer con ropa de trabajadora del hogar preguntó mientras bajaba los escalones de la entrada principal hacia la casa al jardín, un rayo cayó en la distancia y la lluvia comenzó a caer después me acerqué para que me escuchara mejor apoyándome de los barrotes del portón y dije:
— hola estoy buscando a Alai ¿ está? — la mujer pareció sorprendida por mi pregunta y asintiendo dijo— si ¿ quien le digo que lo busca?— Una Amiga de la escuela
— pase porque ya está lloviendo— me abrió la puerta y ambas entramos corriendo a la casa, la mujer señaló A la sala— espere aquí ahora le aviso al joven
— sí gracias — dije mientras observaba todo a mi alrededor, efectivamente la casa no había cambiado nada ni siquiera en el interior todo estaba como lo recordaba aunque si se sentía una vibra diferente.
— ¡Miri! ¿ qué haces aquí? — la voz de Alai me hizo dejar de ver al cuadro en el que estaba poniendo mi atención.
— hola supe que desde ayer no has ido al conservatorio y me preocupe.
—no me sentía bien... por eso no fui.
— entonces lo que pasó en el metro te afectó más de lo que me dijiste.— No, más que nada es que mi salud siempre ha sido un tema — mete las manos en los bolsillos— me alegra verte Miri pero no era necesario que vinieras hasta acá.
— claro que sí tenía que venir— sonreí — por cierto has visto los videos.
— no ¿qué videos?
— hay unos videos muy raros que andan circulando por la red.— saqué mi celular y busqué el video— mira—le di play y se lo pase a Alai.Ambos veíamos a la pantalla, aunque yo lo miraba de reojo para ver su reacción. él solo estaba observando cada detalle del video con los labios ligeramente entre abiertos y las cejas fruncidas revelando la inquietud que estas le causaban.
— dicen que esto pasó la noche en que nosotros vivimos lo del metro solo que en una estación diferente.
— no tenía idea.— se alejó de mi.
—dicen que la gente escuchó un llanto saliendo de las vías— dije guardando mi celular — recuerdo que tú dijiste que escuchaste el llanto de una niña.
—¿yo te dije eso? la verdad que no recuerdo.
— yo sí lo recuerdo y esta gente dice que escuchó algo similar, dime ¿ escuchaste a una niña fantasma?
— Escuchaste algo tu.
— No.
— entonces eso es lo importante— dijo aún dándome la espalda.
— Pero tú sí escuchaste eso...
— Miri ya cambiemos de tema si.
— No — dije poniéndome frente a él Alai retrocedió un poco pero me sostuvo la mirada — estabas muy asustado y además ya hablaste de fantasmas antes...
— y eso que— protestó—¡a que vas con esto!
— quiero saber si crees en cosas como fantasmas, si crees que escuchaste a uno.
— No lo sé vale— dijo mientras cerraba los ojos — no lo sé, no sé si escuché a una niña fantasma. ni siquiera se si lo que vivimos ahí fue real.
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Alai El hijo de La Magia / #PGP2024
Fantasy¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo? Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...