75: la flor de la vida

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75: la flor de la vida


Marcus señaló un banquillo que estaba a lado de la mesa:
— Siéntate y escucha con atención, Alai, de que sigas al pie de la letra mis instrucciones dependerá qué tan larga y difícil sea para ti la transmutación.

Obedecí y tomé asiento, mis manos empezaron a sudar un poco así que las limpié con la tela de la bata.

— la magia innata se manifiesta en nosotros por lo general entre el primer y quinto año de vida.— dijo Marcus — A excepción de la primera hija de la magia, Aura... se sabe que ella manifestó su poder prácticamente desde que nació... ¿ recuerdas cuando empezaste a manifestar la tuya?

— lo siento, no recuerdo muy bien cuando empezó pero supongo qué puede que haya ocurrido cuando tenía tres— dije recordando la conversación que tuve con mi mamá hace tiempo en la cabaña.

— Sin embargo no estoy seguro — añadí con un poco de temor— creo qué tengo algunas lagunas mentales sobre mi infancia.

El abuelo volvió a hacer ese gesto de rascarse la barba blanca mientras parecía meditar en algo:

— la magia para nosotros es algo innato, su manifestación es primitiva o mejor dicho instintiva por lo que es normal que no recuerdes el momento exacto donde se manifestó, para nosotros la magia es como empezar a hablar... nadie recuerda el momento exacto donde aprendió simplemente lo hizo.

—Si es tan natural, entonces, ¿por qué tenemos que llevar un entrenamiento?

— porque tanto poder no es fácil de manejar por más natural que sea en nosotros— respondió— en tu caso no solo Necesitaras eso cómo te dije antes...

Guardó silencio por unos segundos supuse que El silencio era una manera de prepararme para lo que diría continuación:

—la dualidad qué llevas en tu sangre dificulta tu misión, por lo que necesitas trasmutar la parte de tu ser que es oscura, en luminosa; para conseguir que los bloqueos que la fuente; por tu seguridad y la de los demás. colocó en ti se rompan y liberes todo tu poder.

—Vale, y si consigo superar la transmutación y transformo mi lado oscuro en luz, ¿ya no tendré problemas con él? ¿Ni Vitenebris ni Los Errantes podrán hacerme caer?

— será difícil pero no imposible — dijo — no olvides que además de ser un hijo de la magia también tienes sangre tenebrista y eso magnifica la naturaleza imperfecta de tu humanidad... debes tener siempre presente que no debes bajar nunca la guardia hijo.

Asentí y el abuelo tomó una bocanada de aire y señaló a su pecho sobre el descansaba un objeto circular:

— ¿ tienes una idea de lo que es esto?

— un medallón— respondí.

— no me refiero al objeto eso es obvio, yo me refiero a lo que simboliza en nuestro mundo.

—No .

—claro... tu madre tampoco te habló de esto y nunca le viste un medallón cómo éste colgando del cuello.

Asentí y el abuelo señaló hacia su lado izquierdo seguí el trayecto de su mano y entonces, esa zona del sótano se iluminó, un pequeño fuego en una vasija me permitió ver que en la esquina había un gran baúl A un lado de la vasija.

— ahí encontrarás el tuyo— dijo Marcus— lo encontrarás con las demás cosas que te pertenecen y te ayudarán en el proceso de transmutar y lo que sigue.

Observé el baúl aún sentado en el banquillo y el abuelo le pegó varios golpecitos a la mesa para llamar mi atención.

— anda Niño espabila, haz lo que te digo.
Me levanté y fui al baúl lo abrí y lo primero que note fue un cofre pequeño, lo levanté volviéndome hacia el abuelo:

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora