63: confesión inesperada

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63: Confesión inesperada


Alai

La Madre de Miri me daba miedo.

Si definitivamente me asustaba tener que hablar con ella. Yo nunca y, al decir nunca no lo digo por exagerar es de verdad. nunca le he caído bien ...

Aunque no he convivido mucho con ella de Niño tuve más interacciones y desde esa edad yo ya le era insoportable.

Sin embargo Miri dijo que eso había cambiado y que su madre ahora apoyaba lo nuestro. bueno eso lo dudaba. porque seamos francos ¿quien quiere para su hija un tío que está rodeado de tanta oscuridad? es como si perteneciera a los bajos mundos. casi casi un paria.

De hecho lo era ahora mismo sin lugar al cual llamar hogar, si no fuera por la chica que sostiene mi mano valientemente con la suya seguiría perdido y buscando aferrarme a lo que sea que tuviese un poquito de luz.

Entramos en el departamento de Jackie, afuera ya había empezado la lluvia. Una ligera llovizna y lo primero que vieron mis ojos fue a la señora Bustamante.

— hola mamá— saluda Miri.
— hola mi vida Jackie salió pero no tarda.
— que bueno... ella también tiene muchas ganas de verte — me dijo mientras tiraba de mi para que me alejara de la entrada.

— hola Alai— dijo la mujer y yo dejé de ver a Miri y la vi a ella.
— hola señora.
— vengan y siéntense aquí conmigo.

Miri y yo nos acercamos al sillón ella fue la primera en sentarse y luego le seguí yo.

— en verdad estoy muy feliz de que estén juntos por fin.
— gracias mamá— Miri dijo emocionada al punto de llorar: igual estaba muy sensible por eso del embarazo o yo estaba tan a la defensiva que no me fiaba y por ello sus palabras no me causaron nada.

— se que la uitima vez que nos vimos fui muy déspota contigo Alai.

Ya había dicho mi nombre dos veces y si era raro, ella siempre se refirió a mi como: "ese niño", muchachito, escuincle o cualquier adjetivo, supongo que así mostraba que para ella yo no era nadie.

— estaba defendiendo a su hija señora.
— pero te traté muy mal cuando en realidad no lo merecías.
—si, es cierto no lo merecía—admití— pero Miri tampoco merece todo lo que estar conmigo le ha traído.
— pero te ama y eso debió ser suficiente para mi para ser al menos un poco más amable...
— aún así.
— amor mi mamá está tratando de disculparse.
— lo sé y no es necesario con que ya no esté en mi contra todo el tiempo estaremos del otro lado.

Hubo silencio después de mis palabras; Vale tal vez soné muy mordaz con cada una de mis contestaciones pero no podía evitarlo. cuando la vi ahí sentada recordé todas las veces que ella fue mala conmigo y repito no fueron tantas pero al ser un niño cuando la mayoría pasaron y, un niño que le tenía mucho miedo a los adultos por cierto.

Estas habían dejado una marca particularmente dolorosa en mi porque ella fue la primera de las personas adultas; fuera de mis familiares, que en verdad me importaba caerles bien pues era la mamá de mi mejor amiga.

Y lo que recibí fueron miradas crueles, palabras de desprecio un par de empujones y muchos gritos.

No por más infantil que suene yo no podía olvidar lo mucho que me lastimó ese rechazo y las secuelas que este dejó.

— no te preocupes por eso ya no me meteré más con su relación— dijo Alfonzina.

— estupendo — sonreí y Miranda me dio un codazo como advirtiéndome que le bajara al sarcasmo.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora