74: la puerta

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74: la Puerta


Era un horrible Déjà Vu el que estaba viviendo solo que no era arrastrado por mis hermanos muertos o alzado por una criatura con aspecto semi animal semi humano, sino por algo distinto pero seguía siendo tan aterrador como la primera vez...

Los múltiples brazos me tenían atrapado, inmovilizando mis brazos y piernas otros me tapaban la boca y sentía un sabor asqueroso, y putrefacto meterse por mi boca y nariz.

la criatura me arrastró y logré ver lo que una vez fue la cocina, una estufa vieja Y oxidada apenas iluminada por la luz de la luna que se filtraba por la ventana, la criatura con uno de sus brazos serpenteantes cubrió aquella fuente de luz dejando todo obscuras de nuevo y susurró:

" hijo de la bruja, Muéstranos tus poderes"

Me retorcí bajo la cosa negra y casi conseguí liberar una de mis manos pero la criatura hizo más presión y envolvió mi mano nuevamente.

" ja, el hijo de la bruja, eso es solo una leyenda para asustar a los niños"

Me sentía Cada vez más débil y angustiado pero esa última declaración de la criatura me ayudó a notar algo...

¿podría ser posible? La criatura estaba repitiendo frases que escuchó de la conversación que tuvo lugar segundos antes.

" ¿Hola?, ¿hay alguien aquí?...¿ hay alguien que quiera hacernos saber que está aquí? "

Susurró su voz ominosa y espectral confirmando lo que sospechaba y como si saber eso me hiciera sentir menos miedo me forcé a morder aquella cosa asquerosa logré liberar con mis dientes una de mis manos y sin darle tiempo de reaccionar a la criatura grite:

—Itzalak alde egiten du, argiak agintzen du hemen.

La luz volvió a emanar de mi mano liberándome por fin por completo de aquella cosa pero no sería tan ingenuo esta vez volví a lanzar el hechizo.

—Itzalak alde egiten du, argiak agintzen du hemen.

—Itzalak alde egiten du, argiak agintzen du hemen.

Con las piernas temblorosas y aún gritando el conjuro salí de la cocina y me dirigí hacia los cuartos a cada lugar donde pudiera ocultarse otra criatura en las sombra:
—Itzalak alde egiten du, argiak agintzen du hemen.

Los cimientos de la casa retumbaron y efectivamente el lugar estaba infestado de esas cosas y poco a poco fui aniquilándolas.

—Itzalak alde egiten du, argiak agintzen du hemen.

Mi pecho subía y bajaba estaba bañado en sudor y tenía náuseas pero no me detuve, por cualquier movimiento volvía a lanzar el hechizo desesperado por evitar que volvieran a capturarme.

No se cuanto estuve así tampoco sé cómo pude mantener mi voz firme a pesar de qué me dolía la garganta y de repente escuché el canto de un gallo y entonces, sólo hasta entonces baje los brazos y me derrumbé en el suelo agotado.

Mi cuerpo parecía pesar toneladas, y mi mente estaba nublada por el cansancio. Escuché de nuevo el canto del gallo, y me di cuenta de que estaba amaneciendo. Había luchado toda la noche.

Perdí la noción del tiempo, y mi mente se desvaneció en la oscuridad. Cuando abrí los ojos de nuevo, la habitación estaba bañada en una luz suave y cálida. Me encontraba en mi habitación de niño, rodeado de muebles viejos y descuidados. La cama estaba deshecha, y las sábanas estaban arrugadas y sucias. El escritorio estaba cubierto de polvo, y los libros estaban apilados en una esquina.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora