¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo?
Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...
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Miranda
Después de responder al mensaje que Alai, me envió a través de Yunuen, poniendo como condición hablar con él por teléfono primero y proporcionándole el número del celular de Jaquelín .
Mis amigos y yo esperamos pacientemente por una respuesta.
a lo mucho pasó una hora quizá cuando el teléfono sonó con una llamada de un número desconocido, no era de extrañarse que cuando escuchamos el Rin Tone con la canción de "Suerte" de Shakira todos saltamos por la ansiedad.
— ¿ bueno? — pregunté con nerviosismo —¿quien habla?
Jackie y Nacho estaban agarrados de las manos y me miraban con expectación.
— hola Miri — respondieron del otro lado de la línea — soy Alai .
— ¿ donde estas Alai?
— en un lugar seguro Miri, tenemos que vernos.
— todos están muy preocupados por ti, tus amigos y los míos también.
— lamento eso— dijo — pero no puedo regresar.
— ¿ por qué no?
— Miri ya tienes una prueba de que Yunuen si te escribió de mi parte ahora dime ¿ aceptarás reunirte conmigo?
— si, claro que si.
— ¿donde?
— mañana por la tarde, en la alameda a las 5. PM .
— vale ahí estaré ya voy a colgar.
— okay — dije Sintiéndome extrañamente vacía de emociones.
— Miri te amo— dijo y colgó.
— como que estaba muy apurado ¡¿no creen?! — dijo Nacho y Jackie le dio un coscorrón — ¡y ahora que dije!
— nada más pura obviedad.
— chicos estoy asustada — confesé — no sé en qué condiciones esté no soportaría verlo mal.
— No es para menos amiga— dijo Jackie — pero si tuvo cabeza como para planear que alguien más te contactara es porque está bien, al menos no esta ido o demasiado traumado por lo qué pasó.
— ¿me acompañan? — pregunté ambos asintieron y eso me hizo sentir mejor.
La hora de la cita llegó y me acerqué a la Alameda con mis amigos; ahí nos separamos pues no quería provocar que, Alai, se fuera al verlos así que ellos estuvieron a una distancia prudente, además la suerte estaba de nuestro lado porque había mucha gente en el lugar.
Camine entre la gente hacia una banca mientras iba alisando mi blusa de cuadros azules con inquietud. Escuché risas y me senté.
Estaba mirando hacia un lado cuando sentí a alguien a mi otro costado y me volví, Alai estaba ahí apunto de sentarse y me giré para verlo bien.
