48: ALAS NEGRAS

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NOTA : este capituló tiene algunas escenas que pueden resultar un poco impactantes para aquellos que no sean muy de leer terror o escenas con violencia grafica se recomienda discreción

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48: Alas negras

La desesperanza se puede sentir como ir cayendo de manera  indefinida y eterna en el abismo

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La desesperanza se puede sentir como ir cayendo de manera  indefinida y eterna en el abismo.

Así estaba yo cayendo no sabría precisar desde cuando.

Abrí los ojos como un milagro.

Pero seguía cayendo; como si fuera parte de un dejavú.

Porque todo se sentía y se veía como cuando estaba en caída libre con el cadáver de la bestia.

Caía sin control seguía experimentando ese desgarrador dolor y de algún modo agonizaba pero no terminaba de morir.  
Mi mayor temor era qué no terminara nunca y entonces sentí que en mi espalda la piel se me rasgó. Se rasgó desde el interior provocando mas  dolor, la sentí deshilacharse y arder.

Cómo si algo buscara desesperadamente salir y entre mis gritos y asombro posterior vi como de mi espalda salieron unas gigantescas alas negras.

Iguales a las de las criaturas o incluso más prominentes y una voz en mi cabeza dijo:

— acepta tu oscuridad Alai... 

El dolor era cada vez más insoportable y la voz seguía repitiendo la misma frase una y otra vez cerré los ojos rogando que terminara.

qué aquella voz se callara  o que si iba a morir que fuera ya.


Y de repente todo se detuvo.

La oscura y silenciosa nada me recibió y fue como el abrazo  más contradictorio: se sintió como llegar al final del camino.

Como si el dolor y sufrimiento llegaran a su fin pero al mismo tiempo  como si todo fuera una trampa y las verdaderas dimensiones  del infierno se fueran a desplegar ante mi y el dolor regresara multiplicado  o  que algo peor estuviera acechando.

Y como si el conocimiento de esa posibilidad fuera el equivalente a jalar de una palanca que reactivara mi cuerpo logre despertar sobresaltado.

Estaba al intemperie solo rodeado por arbustos y el cielo gris oscuro sobre mi cabeza.  pues ya era de noche.

A duras penas logre sentarme entre el dolor  y el aturdimiento buscando a Miri pero no estaba ahí.

Recordé la horrible visión de yo con alas de  monstruo y en la oscuridad busqué detrás de mi espalda y afortunadamente no había nada.     

El dolor en mi abdomen volvió a atacarme y presioné mis piernas contra él para tratar de contrarrestarlo sin embargo no funcionó demasiado pase los dedos entumidos y ensangrentados por la cosa que colgaba de mi abdomen y seguía buscando a Miranda con la mirada no grité su nombre porque no sabía si uno de esos seres estaba por ahí y podría escucharme.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora