56: Herencia malditaEl pecho de Alai subía y bajaba estaba sudando y todo le temblaba pero logró darse vuelta y comenzó a toser.
Escuchaba sus latidos se sentía muy débil pero se levantó avanzó un par de pasos,
No quería seguir ahí no quería porque sentía que las presencias aún estaban ahí.
Temía que si bajaba la guardia volverían a meterlo en ese horrible transe.
Alai alcanzó a llegar hasta la puerta casi agarra la manija pero sus piernas le fallaron cayó de bruces y intentó ponerse de pie de nuevo pero sus piernas ya no le respondían las sentía como de gelatina.
La puerta se abrió y vio a su madre también vio a su padre que estaba detrás de ella ambos lo miraban desde arriba y sintió el enfado crecer en su interior.
— ¿cómo estás? — Libia quiso saber Alai la miró con decepción.
— estás con ellos- su voz sonó rota.
— hijo yo te lo voy a explicar pero primero necesito saber cómo estás...
— vivo... si esto se puede llamar vida pero sigo vivo aunque dentro de esa cosa perfectamente pude morir.— eso se llama Egregore — Ezequiel intervino— entiendo tu reacción la primera vez que entras en contacto con el es muy acojonante.
— ¿ desde cuando? — preguntó Alai — hace cuanto están confabulados...
— no tiene mucho— respondió Esequiel.
— salgamos de esta habitación y vamos a que descanses te ves muy mal.— no te me acerques— Alai advirtió.
— no te portes así conmigo yo solo quiero tu bien.
— ¿mi bien? — pregunta irónico— mi bien es forzarme a entrar en contacto con ese ser malévolo y hacerme ver esas imágenes que jamás dejarán mi mente.— yo no sabía que pasarías por esto.
— por favor tal vez no sabías del Egregore pero sí que la gente a la que te As unido lleva generaciones y generaciones haciendo el mal.
— Alai no es el momento de reclamos tú madre tiene buenas razones para aceptar estar aquí y son las mismas que podrían hacerte aceptar a ti también.
— jamás — dijo y hizo un nuevo intento por levantarse y esta vez lo consiguió aunque con algo de dificultad— yo no estaré de tu lado nunca.
— hijo tu padre a cambiado— Libia intervino.
— cómo puedes decir eso mira dónde estamos.
— ya estuvo bueno Alai — Esequiel perdió la paciencia— nosotros sabemos lo que te conviene y vas a hacer lo que tienes que hacer quieras o no.
Alai no podía creer lo que veía su madre estaba allí parada junto al hombre que tanto daño les había hecho lo estaba apoyando y no decía nada contra las amenazas que el hombre hizo contra él.
vio de reojo por si encontraba alguna vía de escape en la misma habitación pero no la única manera de salir de ahí era por esa puerta y aún tenía la sensación de qué no estaban solos en cualquier momento algo saldría atacarlo y no se sentía fuerte para poder hacerle frente.
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Alai El hijo de La Magia / #PGP2024
Fantasy¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo? Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...