43: Sin opciones
El enorme lobo negro corrió a toda velocidad entre los árboles llevándonos lejos de aquellos horribles seres; aunque por un momento casi nos dieron alcance.Pero Alai empezó a crearles obstáculos ayudándose de la misma naturaleza.
Mire con asombro como un par de árboles luego de que pasamos entre ellos inclinaron sus ramas y se entrelazaron igual que sus raíces y de estas salieron enredaderas que atraparon a los entes.
Pero esto no pasó de la nada pues Alai desde hace rato repetía en voz baja pero firme una y otra vez:
—Emaidazu basoaren, lurraren eta sustraiaren indarra, ni naiz babeslea.
Movía las manos y estas brillaban por un momento creí que era la luna pero no el brillo venía de dentro de él.
Las criaturas también hicieron lo suyo contaminando a los árboles y la tierra con una ponzoña negra y Alai se tuvo que desvincular confiando en que su influencia y hechizo le ayudaran a darnos tiempo para huir y así fue.
Nos alejamos y ya no los vimos más.
El lobo corrió mucho y la verdad ya no sabía donde estábamos, de repente dejó de correr y Yunuen dijo:
— llegamos.
Observé a mi alrededor y estábamos en un claro; Alai bajo del animal primero y Yunuen después. yo seguía viendo para todos lados y Alai me tomó de la rodilla para llamar mi atención:
— te ayudo — dijo y yo asentí luego pasé mi pierna del otro lado también me ayudó a bajar cargándome y luego de que planté los pies en el piso y sentí el pasto debajo de ellos logre salir del pequeño shock.
— ¿donde estamos? — pregunté.
— No lo se — dijo Alai — pero creo que Yunuen si.
— yo solo sé que debíamos ir a un lugar lejano pero la ubicación solo la saben ellos— Señaló con la cabeza al enorme lobo que nos devolvió la mirada.
— esto... esto ya lo viví antes— dijo Alai — vale no exactamente esto pero ya fui salvado por...
— Nahuales — interrumpió Yunuen.
—¡que!, ¿eso existe? — dije y el lobo asintió.
—tú tienes la protección de los Nahuales Alai — dijo Yunuen.— ¿por qué?
— porque eres el mejor amigo casi hermano de uno de ellos — Yunuen respondió.
Alai y yo nos miramos y luego al lobo ; Yunuen se quitó la mochila de los hombros y dijo:
— ya muéstrate ahí ta tu ropa — sonríe arrojando la mochila muy cerca del animal luego el " lobo" comenzó a temblar.
Sus patas delanteras y sus patas traseras empezaron a reducir en grosor lo mismo que el lomo y resto de su cuerpo.
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Alai El hijo de La Magia / #PGP2024
Fantasy¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo? Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...