¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo?
Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...
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Libia y su hijo llevaban tres meses viviendo en ciudad de México, Y para su sorpresa Ezequiel no había hecho el intento por irlos a buscar.
Ella había conseguido un trabajo modesto en una zapatería y con su pequeño hijo vivía junto a su madre. En una casa en la colonia condesa.
El lugar era grande tenía muchas habitaciones dos pisos y un sótano, era ese tipo de casa que en el pasado habría sido de ricos y pudientes. Pero ahora sólo eran recuerdos.
su madre., Amparo, muchas veces quizo rentar habitaciones. pero la gente no duraba, no la vendía por la misma razón.
parecía que esa casa tenía el mismo problema que sus dueños atraía toda clase de entidades.
Las puertas y ventanas se abrían y cerraban solas, Sin que hubiera viento . Escuchaban murmullos como si alguien estuviera cuchicheando en las habitaciones ibas a ver y no había nadie.
Se veían. sombras por el rabillo del ojo y ella lo podía soportar pero Alai no.
tenía miedo todo el tiempo y era como si lo que sea que hizo Ezequiel, en ese bosque con él meses atrás había despertado más lo que debido a su herencia sanguínea Alai poseía.
Por eso cuando ella encontró a aquella niña de la misma edad de su hijo paradita afuera de su casa con el uniforme y la mochila de la escuela de en frente. asomándose por los barrotes de su casa, cuándo ella regresaba del Super. aprovecho para propiciar una amistad entre la pequeña y su hijo.
Eso pasó cuándo llevaban en ciudad de México un mes y desde entonces los niños se hicieron muy buenos amigos.
no imaginó que aquella niña era la hija de un antiguo pretendiente suyo y de una amiga muy querida.
Aunque esa amistad había terminado bastante mal. Por eso le extraño cuando el abuelo de la niña le ofreció trabajo en su finca en Chiapas
Libia estaba. Consciente de que sí aceptaba regresaría Real de los Lagos, con lo que todo eso implicaba Sin embargo acepto porque el sueldo era mucho mejor que el que tenía en la zapatería y Ezequiel no la buscaría en un pueblo escondido de los altos de chiapas., si no lo había hecho en ciudad de México mucho menos lo haría en ese lugar del cual ella nunca le hablo.
***
Cuando llegaron a la entrada del pueblo Libia se transporto a esos recuerdos. felices y tristes también . Ya había amanecido cuando el autobús se detuvo en la pequeña terminal del centro del pueblo.
Alai bajo primero y él cielo sobre sus cabezas era tan azul y El sol estaba tan brillante que intento cobrar ánimos, le había costado tanto acostumbrarse, a la casa en el DF y Cuándo por fin empezaba a sentirse cómodo, y había encontrado una amiga, alguien que si lo aceptara su mamá lo llevaba lejos, aunque le había dicho que el nuevo trabajo se lo había ofrecido el abuelo de Miranda y que ella iría pasar las vacaciones de verano en la finca.
