21: ENEMIGOS

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Miranda

— El padre de ese tipo y yo somos enemigos — Fausto pronunció — y no cualquier tipo de enemigos ... fuimos rivales de amores.

Yo no dije nada al respecto sólo lo miraba, él se sentó en el sillón que. estaba más lejos de la camilla donde yo estaba sentada:

— yo conocí antes a Libia, tu abuelo Y los padres de ella se llevaban bien... fuimos muy unidos en la adolescencia y ella era muy hermosa— no sé si se daba cuenta pero mientras hablaba los ojos se le llenaron. de un brillo. que jamás le vi  al hablar de mamá.

— ¿Ella fue tu primer amor?

Fausto echó a reír como si mi pregunta fuera un chiste.

— eso suena muy melodramático; dejémoslo en que me gustaba y era muy joven— dijo — Ella no le hacía caso a ningún muchacho que se le acercaba era muy selectiva con la gente con la que se juntaba y qué quisiera pasar tiempo conmigo me hacía sentir especial aunque luego me di cuenta de qué en realidad todo eso que yo veía como único y especial era parte de su trastorno mental .

Ambos guardamos silencio por unos segundos y luego retomo la palabra.

— después de terminar la secundaria cada quien tomó su camino ella se fue a otro lugar del país luego de la muerte de su papá y le perdí la pista un buen rato unos años después cuando estábamos por entrar a la universidad nos volvimos a ver ahí si quise tener algo con ella pero apareció Santander y ella lo prefirió.

— ¿no entiendo. si lo prefirió por que él va a querer perjudicarte?

— porque cuando esa mujer regresó al país con su hijo aún casada con él, Libia me buscó... supongo que cuando se enteró que tú eras mi hija en su mente trastornada pensó que había encontrado la solución a sus problemas financieros propiciando que tu amistad con su hijo le permitiera acercarse a mí para engatusarme.

— ¿en serio quizo hacer eso? — pregunté sorprendida porque no llegué a conocerla tanto como para saber cómo era pero por lo qué Alai me había contado y lo que recordaba yo, no me parecía ese tipo de mujer.

Además no podía pasar por alto que mi padre era un hombre sumamente misógino y que solía malinterpretar muchas cosas.

—ella consiguió trabajo con tu abuelo para poder ganárselo y que él en su inocencia la ayudara. a acercarse a mí y se me insinuó.

se levantó del sillón camino hacia la ventana de la habitación y dijo:

— para mí fue difícil resistirme porque estaba teniendo muchos problemas con tu madre pero me mantuve firme, había algo en su comportamiento que no me daba buena espina y entonces me di cuenta de qué en realidad ni siquiera se había divorciado y que tenía Graves problemas mentales.

— no puedo creerlo yo no la recuerdo actuando raro ni nada.

— eras una niña Miranda, es más dudo que su propio hijo se haya dado cuenta sobre todo porque para él era normal todo eso... en fin Ezequiel viajó a México para reclamar lo que era suyo y como me vio cerca de su mujer pensó que yo le había ayudado a Libia a escapar que éramos amantes. Obviamente yo no iba permitirle que me difamara así sobre todo porque estaba molestando a tu madre tratando de meterle ideas en la cabeza.

su rostro mostró la rabia que recordar esos momentos le causaba:

— eso si no lo iba a permitir y Para rematar pasó el incidente con tu brazo las habladurías y ellos se fueron pero antes de irse Esequiel me llamo por teléfono y prometió que si me volvía cruzar en su camino me destruiría a mí y a los míos.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora