89: Mensajes de papelSolange dejó la habitación de Alai luego de recibir un llamado de su raza, su presencia se desvaneció como una sombra en la noche. Salió de la casa y se metió en el bosque, rodeada por la densa vegetación de hayas y robles que parecían estirar sus ramas como dedos hacia el cielo. El aire estaba lleno del olor a humedad y musgo, y el sonido de los grillos y el susurro del viento entre las hojas.
La luz de la luna se filtraba a través del dosel de hojas, iluminando el camino de Solange. Su cabello rose gold parecía blanco en la oscuridad, y luego se transformó en un tono gis, como si estuviera hecha de la misma sustancia que la luna.
Se adentró más en el bosque, y el silencio se hizo más profundo. De repente, las sombras del bosque cobraron vida. Decenas de errantes emergieron de la oscuridad, sus túnicas negras como la noche misma. Algunos no llevaban capas, y sus extremidades descubiertas parecían huesudas y pálidas en la luz lunar.
Solange se detuvo en el centro del claro, rodeada por los errantes. Su presencia era como una llama que los atraía, y ellos se acercaron a ella con una reverencia silenciosa.
—Ha llegado el momento —dijo Solange, su voz como un susurro en el viento—. El poder de Alai crece, y debemos asegurarnos de que seamos nosotros quienes lo aprovechamos.
Los errantes asintieron en silencio, sus ojos brillando con una luz sobrenatural en la oscuridad.
Uno de sus súbditos se acercó a Zendora y ella puso su atención en él esperando que dijera algo.El errante huesudo y macabro habló con una voz que era como una lija raspando piedra, pero también tenía un tono susurrante, como si las serpientes mismas estuvieran hablando.
—Señora, tenemos una situación —dijo, su voz resuena en la oscuridad—. Las lamias y los galtxagorri...
Zendora, rodeada por la energía de su raza, cambió su apariencia. Su rostro, antes tan hermoso y seductor, se transformó en una visión macabra. Su piel se volvió grisácea y descarnada, con los pómulos hundidos y los ojos cavernosos. Su nariz se redujo a una simple hendidura, y su boca se convirtió en una línea fina y cruel.
Su cráneo parecía una calavera viviente, con la piel tensa y tirante sobre los huesos. Sus ojos, antes verdes y brillantes, ahora eran dos pozos negros que contenían una pequeña luz verde, como una chispa de malevolencia que brillaba en la oscuridad. Esa luz era la misma que emitía el portal de los errantes, un recordatorio de su conexión con la oscuridad.
Zendora sonrió, su boca fina y cruel curvándose hacia arriba.
—¿Qué pasa con las lamias y los galtxagorri? —preguntó, su voz como un susurro de muerte.
El errante huesudo se inclinó, su cuerpo se dobló en ángulo imposible.
—Se están uniendo, señora —dijo—. Forman una alianza contra nosotros.
Zendora sonrió, su mirada brillando con la luz verde de sus ojos.
—Eso es interesante —dijo—. Pero no es una amenaza. Todavía tenemos a Alai bajo nuestro control.
Su mirada se volvió hacia la oscuridad, como si pudiera ver más allá de las sombras.
—Y pronto, tendremos todo lo que necesitamos para asegurar nuestro dominio sobre Azkargi y después El resto del mundo.
A pesar de la tranquilidad que intentó aparentar, Zendora comenzó a sentir una creciente inquietud por la situación. Con el paso de los días, las cosas se empezaron a poner extrañas en la casa de los Santander. Algunas de las pinturas que decoraban las paredes estaban empezando a ser atacadas, con rasguños y marcas que parecían haber sido hechas por manos invisibles.
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Alai El hijo de La Magia / #PGP2024
Fantasy¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo? Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...