62: MALDITO ESCUNICLE

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Nota:  este capituló  les mostrará lo que ocurrió  con los papás de Alai después de que él escapó de la casa de Vitenebris  y también reaparecerá un personaje relevante para los siguientes caps  😈
Y una cosita más a partir de aquí  pongan mucha atención a los detalles pues con tanto personaje entrando y saliendo puede que se les pasen detalles importantes para cuando llegue el final


62: Maldito escuincle

Libia  se limpia las lágrimas  y Ezequiel la ve sin empatía desde junto a la puerta de la habitación más próxima a la de su hijo

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Libia se limpia las lágrimas y Ezequiel la ve sin empatía desde junto a la puerta de la habitación más próxima a la de su hijo.

— ¿lograste que al menos cambie un poco su actitud?

—No. está muy enfadado Ezequiel, lo único que hizo fue reclamarme.

— bueno los reclamos eran inevitables mujer— dijo comenzando a sonreír— tú le metiste en la cabeza que yo era el malo de la historia y que todo lo que viniera de mí también lo era ... así que es lógico que su primera reacción sea así.

— yo sentí que me está empezando a odiar — dijo — y no, eso no lo puedo permitir ni siquiera por ti.
Los ojos cafés dorados de la mujer empezaron a mostrar lo frágil e inestable que era su lealtad, Ezequiel lo sabía. Libia podía ser una mujer frágil incluso estar enamorada como decía estarlo de él pero también era una madre y sus hormonas de madre se activan cuando veía potencial peligro para su retoño.

eso era lo que le decían sus ojos en ese momento y Ezequiel estaba tan cerca de conseguir su objetivo que no podía permitirlo.

No podía permitir que Libia se le volteara así que tomó la mano de la mujer: Ésa con la que lo apuntaba molesta y la usó para atraer la más cerca.

— Alai no puede odiarte — dijo — eres su madre.

— una madre que lo abandonó y que solo lo ha decepcionado.

— pero lo has hecho porque lo quieres hiciste con el lo mismo que mis padres hicieron conmigo y yo no les odie por eso... hasta me involucré en esto.

— tu mismo me dijiste que desde que descubriste la verdad sobre tu origen y te uniste a esto no te ha permitido ser feliz Ezequiel, yo no quiero Causarle ese sufrimiento a mi hijo no quiero llevarlo a vivir una vida como la que tú has vivido.

—¿ y como la tuya si?

Libia no tuvo tiempo de responder porque escucharon un estruendo dentro de la habitación del fondo y alcanzaron a ver por debajo de la puerta una luz de color azul.

Ezequiel la empujó y corrió hasta la puerta la abrió con brusquedad y ambos, Ezequiel y Libia entraron en la habitación que se encontraba vacía.

— ¡maldita sea! — gritó el hombre.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora