24 : UNO CONTRA DOS

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Alai

Si hay algo de lo que podía estar seguro en toda mi vida era que no podía estar sin Miranda.

Ella lo llenaba todo y desde que salió por esa puerta me quedé vacío. Al principio traté de hacerme el fuerte.

Asimilar que A lo mejor ese era mi castigo por no haber muerto en lugar de mis hermanos o con ellos.

Pero con el paso de los días, Las semanas era cada vez más insoportable estar lejos de ella.

No estaba completamente solo para ser honesto.

Jacinto, Tía Rita y Yunuen al igual que el tío de ella llamado Néstor siempre estaban pendientes de mi y entre todos intentábamos averiguar más al respecto de las criaturas sin mucho éxito.

A Facundo, Sonia y Cristal Los contacte un día después de qué vi a Miri. Facu y Sonia. no recordaban mucho del día Del accidente cómo lo supuse , pero por alguna razón parecían creer más en mí y me alegraba mucho eso.

Me hubiese encantado que Miranda fuera así de abierta.

Pero respetaba su decisión me estaba acostumbrando a vivir acompañado solo por su recuerdo hasta qué Cristal me dijo que Miranda estaba empezando a salir de manera romántica con Sebastián.

Era por eso que me estaba arriesgando , Escondiéndome entre unos arbustos frente a la casa de los Bustamante, sabía que Miranda estaba allí.

porque vi entrar su auto ahora tenía que esperar a que saliera o debía pensar en una manera de hacerla salir para hablar.

Incluso estaba pensando en trepar la barda con el riesgo de qué hubiera alguna alarma.

¡Estaba desesperado!

De repente escuché la puerta abrirse y me asome.

Miranda acababa de salir y estaba cerrando el portón mire a ambos lados de la calle y cruce ella escucho mis pasos y se dio vuelta.

— ¡Alai qué haces aquí!

— perdón no quise asustarte, necesitaba verte.

— creí que ya no me buscarías más— dijo mientras volteaba a ambos lados de la calle yo asentí y dije:

— ese era el plan, pero una cosa es lo que dice la razón y otra lo que el corazón nos pide que hagamos.

— estás arriesgándote mucho tienes que irte.

— vamos a otro lado a hablar por favor — pedí y ella cruzó los brazos — no te voy a hablar de nada raro... te, te lo prometo.

— está bien si quieres acompañarme a la rosaleda de hecho voy para allá.

— vale — dije

Empezamos a caminar uno al lado del otro en silencio, pasamos una calle y luego otra hasta que dije:

— supe que Sebastián y tú están comenzando a salir.

— te lo dijeron tus amigos verdad.

— si .

— así es estamos saliendo.

—¿desde cuando?

— ¿estás insinuando que andaba con él mientras estaba contigo? — cuestionó

— No solo quiero saber — dije

— Dos días después de qué tú y yo hablamos.

— ¿qué?

— celoso Santander — dijo y yo la detuve de que siguiera caminando:

— sólo dos días después de alejarte de mi ¿ le diste entrada a él?

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora