60: reconstruyendo el espíritu recuperando la fe

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60:  Reconstruyendo El espíritu recuperando la fe




Alai

Deslizar el arco sobre las cuerdas  escuchar la melódica tonada me daba un poco de paz.

La música siempre ha tenido el poder de calmar mi mente, de sanarme.

Y en los últimos días esa cualidad se potenció muchísimo.

Desde que el director Genaro me prestó uno de los violonchelos del conservatorio y he vuelto  a tocar me he sentido mejor.

De hecho para mi sorpresa  todo en la Antigua construcción de algún modo comenzó a cambiar.
Recuerdo que Facu y Sonia me habían dicho que desde que dejé de asistir al conservatorio un Aura  de tristeza y melancolía se instaló en el lugar.

La verdad es que no lo creí yo  pensé que sólo lo decían de manera metafórica y algo dramática porque ninguno estaba feliz de qué yo no regresara a estudiar.

Pero después de qué el director Genaro me convenciera de quedarme con él mientras recuperaba fuerzas por lo lesionado que estaba y comencé andar por los pasillos de la escuela cerrada por lo sucedido me di cuenta de que era verdad.

Es más habían partes en las que de verdad se sentía una sensación espeluznante que erizaba la piel y no entendía porque. 

Incluso tuve miedo de que alguno de los entes estuviera oculto en alguna parte pero hasta el momento no había pasado nada ni había percibido nada más que las dos presencias de siempre.

La hija del fundador y la que hasta hace poco se comenzó a dejar sentir en otras áreas del conservatorio.

La sombría y deprimente.

Esa era la que estaba generando ese cambio abrupto de atmósfera supongo y no podría explicar por qué pero de repente al segundo día de estar ahí se me ocurrió empezar a tocar en todas las arias del lugar.

En cada pasillo jardín o salón fue instintivo y funcionó.

Las plantas de los jardines que parecían estar siendo víctimas de alguna plaga se curaron la luz volvió a entrar por los ventanales de forma  normal.
Ya se podía andar hasta de noche por los pasillos sin pensar que algo  macabro te podría salir al encuentro y mientras eso pasaba con el lugar yo también estaba teniendo cambios.

Las heridas que tenía por todo el cuerpo empezaron a sanar  mucho más rápido hasta que  hoy por la mañana cuando me metí a duchar  ya sólo quedaban pequeñas cicatrices que podía tocar y ya no dolían.

Estaba sorprendido por lo rápido que fue en una semana todas las heridas que por más que había intentado sanar por fin lo hicieron

Heridas que muchas veces sangraban a pesar del tiempo; Esas que con un  ligero roce se volvían abrir y parecía que nunca iban a cerrar  ahora estaban completamente cerradas y con cicatrices poco visibles muchas de ellas.

las únicas dos marcas que en verdad se veían era la de mi mano con la Uve y la otra en mi abdomen donde había estado el maldito tentáculo.

No me gustaba ver esa cicatriz porque me recordaba la noche en la que la perdí.

mire al cielo sobre mi estaba azul y había nubes esponjosas blancas que contrastaban con el azul claro del cielo era un día soleado el segundo después de muchos días de lluvia y en los que solo habíamos tenido tres horas a lo mucho de cielo soleado y el resto del día llovió como si no hubiera llovido nunca.

Seguía  deslizando el arco sobre las cuerdas del chelo apunto de concluir con la canción.

buscando recuperar la calma que pensar en Miri y el hecho de que no estaba más conmigo me quitó.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora