38 ESCAPAR

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38: Escapar

38: Escapar

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Miranda

Miraba a través de la ventana cerrada ya pasaban de las cuatro y yo seguía sin saber qué hacer.

Conchita no había regresado a la habitación desde que salió supongo que no quería responderme a la petición que le hice de que me ayude a escapar.

Por eso no venía. yo sinceramente esperaba que al final su buen corazón le ganara al miedo pero al mismo tiempo sabía que ella necesitaba el trabajo y si mi papá descubría que me ayudó podría perderlo y el miedo Al desempleo es más fuerte que la lealtad muchas veces.

De repente la puerta se abrió y mi padre entró caminó hacia mi y sin decir nada me dio una cachetada que casi me tumba:

— ¡querías verme la cara verdad!— grito.

Yo sacudí la cabeza mientras acunaba mi cara.

— maldita sea Miranda — me agarro de los brazos— por que tuviste que actuar como una maldita golfa y entregarte a ese engendró... — me empujo y iba a golpearme de nuevo pero mi mamá llegó.

— ¡cálmate Fausto! — se interpuso — si es verdad lo que dijo Sebastián está embarazada no la maltrates más — suplicó.

— claro como la señorita no pudo mantener las piernas cerradas ahora tendremos que lidiar con esto...

— no me ofendas así papá— llore — si yo me entregue fue por amor .

— ay si claro — se burló — ustedes todo lo justifican con eso pero la realidad es que todas son igual de fáciles.

— ya cállate Fausto no vas a seguir ofendiendo a mi hija así.— mamá lo empujo y mi padre enfureció más.

— tú no te metas que ni siquiera serviste como madre para guiar a esta escuincla — la agarró del brazo y la sacó a empujones de la habitación cerrando la puerta.

—No Fausto ábreme — mamá gritó desde afuera pegando en la puerta y el me volteó a ver.

— por esto es que siempre maldije que hayas nacido mujer— espetó y yo retrocedí protegiendo mi vientre mientras las lágrimas resbalaban por mi cara y temblaba sin control.

— no me lastimes por favor — rogué — ni a mi bebé El también lleva tu sangre...

Mi padre se ríe y yo lloro más.

— sabes pensándolo bien tienes razón... ese " bebé" — hizo comillas en la palabra bebé— lleva en su sangre algo que es muy valioso...

— ¿ a que te refieres? — pregunté

—No necesitas entenderlo Solo quédate con el hecho de qué ese bebé nacerá y punto.

Se alejó de mí y abrió la puerta; mamá casi se cae porque había estado todo ese tiempo pegándole a la puerta y él pasó por su lado sin decir nada y se fue por el pasillo.

Alai El hijo de La Magia / #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora