¿Qué harías si un día descubres que una vieja leyenda contada de boca en boca está ligada contigo?
Eso es exactamente lo que Alai. está viviendo... Su madre le guardó demasiados secretos y él no había intentado buscar respuestas, hasta que Miranda...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El auto de Espinosa se detuvo frente a la casa de dos pisos.
El hombre fastidiado vio por el espejo retrovisor a la mujer que según su parecer lo traía de su chofer:
— ¿es aquí? — así es oficial — dijo Libia — Espérenme aquí voy a ver si está quién vengo a buscar y si es así pasamos todos.
le parecía tan humillante toda esa situación él no había estudiado y trabajado tanto para terminar de chofer de una bruja y niñera de su vástago.
— ¿ por qué tanto misterio mamá? — yo se mi cuento mi cielo— le dio una palmada en la rodilla a su hijo y luego abrió la puerta de su lado y salió y se fue a la casa.
Los tres hombres dentro del auto miraron intrigados a la mujer que se acercó a la puerta y tocó varias veces hasta que se abrió una rendija en la puerta.
Libia habló en voz muy baja y luego le abrieron la puerta ella voltio hacia el auto e hizo un gesto con la mano de que no tardaba y se metió.
— ¿a quien está buscando tu madre? — Valero Inquirió.
— No lo se.
— como no vas a saber es tu madre, de seguro te cuenta todo lo que hace con quien sale... debes conocer a sus amigos— dijo Espinosa— es mujer ellas hablan de eso todo el tiempo.
— No, mi madre no es de amigos... la única que tenía... ella, se se murió — bajo la vista pues el constante golpeteo de la mano de Espinosa sobre el volante y la manera en la que lo miraba desde su asiento lo hacía sentir cómo en un eterno interrogatorio.
— aunque tal vez — dijo cuándo una nueva posibilidad pasó por su mente —Jacinto Yunuen y Facundo estén aquí.
— y ellos son como ustedes pueden ser de ayuda para lo que viene— Valero quizo indagar
— No, solo son mis amigos.
— y por eso tanto misterio— Espinosa se burló — mira wey no se que pinche fijación extraña tienes con no dejarnos verte convivir con tus "amigos" y por eso nos obligaste a esperarlos por una hora en esa carretera lo que hagas o no con tu vida social a nosotros nos vale y ahora tu madre nos tiene aquí como si fuéramos sus gatos ya me estoy cansando.
— ya estuvo suave Espinosa...— estallo Valero — sólo te la pasas quejándote y eso no ayuda este muchacho es lo único que nos separó de ser aniquilados por esas cosas y tú sólo lo atacas.
Ambos oficiales comenzaron a discutir palabras iban y venían y Alai no prestaba atención lo único que quería era saber qué estaba haciendo su madre en esa casa y por que tanto misterio.
Aprovechó que los hombres estaban enfrascados en su discusión para abrir la puerta de su lado sin hacer mucho ruido y salió del auto camino de manera sigilosa hasta rodear la casa que estaba en una esquina a lo lejos se escuchaban truenos. Se asomó por uno de los barrotes qué protegían el pequeño y angosto jardín que aparentemente bordeaba la propiedad a los costados y vio por la ventana de la casa lo que le parecieron siluetas de personas pero no podía ver más allá.
