OBSESIÓN #5

T2: CAP 39

Mientras yo regulaba mi respiración él se quedó en silencio contemplando todo mi cuerpo con la mirada. Tenía los labios entreabiertos, los ojos brillantes y las pupilas más dilatadas. Lucia demasiado atractivo con el cabello desordenado, y con esa chispa de saber qué es lo que aria después. Eso me gustaba.

Era tan alto que toda su sombra me cubría por completo. Detuvo su mirada un momento en mis pechos y después en mis muslos. Trago saliva. Apoyo su frente a la mía, tomando mi rostro con sus manos y ...

- ¿Puedo tocarte? – su voz ronca y peligrosa hizo que mi cuerpo se estremeciera por el placentero escalofrió que envió por todo mi cuerpo.

- S-Si – respondí con la voz algo temblorosa por el placer que sentía.

Comienza besando la punta de mi nariz para bajar lentamente a mi cuello, dejando pequeños chupetones. Después siguió bajando para morder ligeramente mi pezón sobre mi ropa, eso me hizo vibrar y no pude evitar arquear mi espalda otra vez.

Poco a poco recorría todo mi cuerpo dejando besos en el camino y cuando llego a mi parte baja levanto más la falda de mi vestido para guitarme mi ropa interior, mis nervios aumentaron, el no aria lo que estoy pensando... ¿Verdad? ...me mira por un instante para luego acercar su rostro a esa zona...

- E-Espera! Sessho-

Me ignora y sus manos me abren los muslos mientras su boca exigente, chupa, lame, mordisquea y me hace vibrar. Me lleva al séptimo cielo, al octavo y al que él se proponga. Lo adoro.

Subo mis manos sobre mi cabeza para agarrarme del borde de la mesa, siento como me tiemblan las piernas y me deshago por momentos, mientras oigo mis propios gemidos y él juega con su lengua dentro de mí. Me posee con su boca y yo me abro como una flor.

El calor sube por instantes y, enloquecida suelto la mesa y lo agarro a él con fuerza por el pelo. Lo aprieto con el centro de mi deseo, ansiosa de que este placer tan intenso no acabe nunca, siento que se avecinaba mi clímax.

Pero ante mi entrega Sesshomaru se separa de mi con una mirada terrenal que abrasaría hasta el mismísimo polo norte, se desabrocha el cinturón del pantalón y dice...

- Incorpórate. Date la vuelta y apóyate sobre la mesa

Mi razón me dice que no lo haga, que no me entregue por completo a él porque era mi jefe, pero juraría que al decir la última palabra soltó un gruñido y mi razón se desvaneció en mi mente. Sin demora, hago lo que me pide. Pero Sesshomaru esta impaciente y, antes de que me apoye, me coge de la cintura y su pene entra en mí.

Caigo contra la mesa con mi cuerpo templando y susurra en mi oído.

- Pequeña, yo solo deseo...quiero...anhelo poseerte a ti, mi futura esposa.

Su voz cargada de erotismo y su manera de entrar en mí, tan caliente, tan posesiva me vuelven loca. Me embiste con fuerza y saca de mí una parte que jamás creí tener, me dejo entregar al puro placer.

Una y otra vez, Sesshomaru me penetra salvajemente y yo me abro para el

Una y otra vez, cada vez más rápido, cada vez más fuerte.

Una y otra vez, mis jadeos y los suyos se funden hasta convertirse en uno solo.

Sin descanso, Sesshomaru me aprieta contra la mesa y sus embestidas se hacen profundas y certeras.

- D-Dios... si... si – murmuro poseída

Mis gemidos aumentan de intensidad mientras su nombre sale de mis labios y llego al clímax. Caigo sobre la mesa y durante varios segundos, lo siento sobre mi espalda, hasta que se retira y murmura en mi oído.