T2: CAP 75

64 11 4
                                    

Mi padre me entregó a Sesshomaru, y cuando nuestras manos se unieron, lo miré a los ojos. Aún lo amaba, pero ahora entendía que el amor no siempre es suficiente.

Solo yo puedo detener a Sesshomaru. Solo yo puedo acabar con esto. . . ahora entendía todo a la perfección gracias a esos audios, que esta boda solo es una fachada para sus oscuros planes y en el momento que me una a el miles de vidas serán tomadas.

Mientras el sacerdote daba la bienvenida a todos, mis pensamientos se dirigieron a Izayoi y sus palabras. Levanté la vista y vi que me sonreía con dulzura. Kagome también estaba ahí, al fondo del salón, sonriéndome como si supiera lo que estaba a punto de hacer y yo le egrese ese gesto agradeciendo de que no me hiciera caso y me dejara sola. 

—Sesshomaru, puedes comenzar con tus votos. — pide el sacerdote

—Rin, yo...

—Sesshomaru —con vos temblorosa— por favor, déjame hablar primero.

Lo interrumpí, sin poder soportar un segundo más.

Él asintió, mirándome con curiosidad. Respiré hondo, sintiendo que mis palabras pesaban como una montaña en todo mi ser, al hacer esto ya no habría vuelta atrás pero era lo mejor para ambos, el no esta bien y de alguna manera yo tampoco queriendo aferrarme a algo que fue construido por mentiras. 

—Sesshomaru... A veces hay amores que son de paso, no buscan ser eternos, ni lo pretenden y aunque duelan, su adiós no puede culpar a nadie porque su misión es enseñarnos a amar. Esas palabras me las repetía mi madre cuando me rompieron el corazón por primera vez, y por eso quiero que sepas que, antes de ti, viví un amor de paso. Un amor que me enseñó a amar, pero también me dejó heridas profundas. Por eso, siempre me negué a volver a amar... hasta que apareciste tú.. . .

Sesshomaru me miraba fijamente, pero pude ver la confusión en sus ojos. Las palabras se arremolinaban en mi mente, luchando por salir.

—Me hiciste sentir especial, me enseñaste que no era mi culpa lo que había vivido antes... pero Sesshomaru, lo que hemos construido también tiene su sombra. Ambos cometimos errores. Yo por haberte puesto en un pedestal, y tú... tú por no saber cómo amar sin hacer daño.

—con voz quebrada —Sesshomaru... me hiciste daño. Estos últimos días traté de sonreír, de ser feliz... pero no puedo, te juro que intente mirarte como antes, te sonreírte como si fueras mi mundo entero. . .pero no puedo seguir creyendo una mentira que ambos nos pusimos, tu por decir que me amas y yo creyéndote sabiendo que nada esta como antes. . .no puedo mas con esto, sabiendo quién eres realmente y en qué te has convertido. Pero a pesar de todo, te amo. . .te amo tanto que. . .no puedo casarme contigo.

Sus ojos se agrandaron, y pude ver el dolor reflejado en ellos., pero ya no podía detenerme. Solté sus manos, y retrocedí un paso decidida a bajar de ese lugar lleno de flores. 

La multitud se quedo congelado al escuchar las palabras de Rin y sabiendo como reaccionaria Sesshomaru Izayoi le susurro a su esposo sacándolo de su trance. 

—No dejes que la siga o empeorara las cosas

—llorando—Lo siento, Sesshomaru, pero no puedo seguir adelante con esto, perdóname pero no puedo casarme contigo

El silencio en el salón era ensordecedor, sentía las miradas de todos clavadas en mí mientras me alejaba de él. Mis lágrimas caían sin control, y el dolor en mi pecho era insoportable. Corrí, quitándome el velo mientras atravesaba el salón, cada paso alejándome más de todo lo que conocía.

Al salir, sentí una mano que me sujetaba el brazo. Pensé que era Sesshomaru, pero al girarme, vi a Kagome y Neria. Sus rostros estaban llenos de preocupación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: a day ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OBSESIÓN #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora