Kagura, con su gracia y sigilo característicos, había burlado la seguridad de la mansión. Sus pies apenas rozaban el suelo mientras recorría los pasillos oscuros, moviéndose como una sombra que no dejaba rastro. Cada vez que se acercaba más a la habitación, los murmullos y quejidos se volvían más claros, haciendo que su corazón latiera con una mezcla de curiosidad y nerviosismo.
El aire estaba cargado de la energía de su objetivo y Kagura sabía que no había marcha atrás. A medida que se aproximaba a la puerta que estaba cerrada, los sonidos de adentro se hicieron más intensos, haciendo eco en su mente.
- ¿Qué está pasando ahí dentro? - escuchando con atención los extraños sonidos que emergen de la habitación de Sesshomaru.
Un gemido particularmente fuerte la hizo detenerse, cerrando los ojos un momento para concentrarse y poder escuchar mejor lo que estaba sucediendo al otro lado de la puerta.
- Oh. . .Dios – Rin lloriqueo, enterrando sus cortas uñas en la espalda de Sesshomaru, quien beso sus labios para distraerle por unos minutos.
Sus leguas danzaban entre sí. Rin gemía cada ves que el mayor se enterraba en ella. Se había vuelto lento pero profundo, y a ambos aquello les estaba volviendo locos.
- Te amo como no tienes idea – dijo el mayor, dando una estocada mas firme, sacando un armonioso gemido.
- Yo también te amo, amor. Mucho, en serio, m-muchisim-¡Ah! – Gimió cuando Sesshomaru se enterró otra vez en ella, una estocada certera.
- Amo cada vez que salen esas palabras de tus dulces labios . . . – gimió el mayor, enterrando su rostro en el cuello de la joven mujer, besando allí con mucho amor, dando otra envestida, y otra, y otra, sacudiendo el cuerpo de Rin y haciendo sonar cada vez mas la cabecera de la cama – me encantas – susurro, bajando su mano a sus pechos para apretarlos fuertemente, escuchando como respuesta unos gemidos descontrolados.
Sesshomaru, ajeno a la amenaza inminente, se perdió completamente en el momento, sintiendo cada caricia, cada suspiro de Rin como si fueran la única realidad existente.
Justo cuando Kagura estaba a punto de abrir la puerta un crujido en el piso la hizo detenerse. Contuvo el aliento, esperando no haber sido descubierta. Al otro lado de la puerta, Sesshomaru abrió los ojos lentamente, su mirada dorada brillando con una mezcla de ira y protección. Con un movimiento suave pero firme, apartó a Rin, quien lo miró con una mezcla de sorpresa y preocupación.
- Alguien está aquí - murmuró Sesshomaru, sus palabras apenas un susurro. Rin asintió, sabiendo que no había necesidad de preguntas.
En un abrir y cerrar de ojos, Sesshomaru se movió hacia la puerta, deslizándose silenciosamente como un espectro. Kagura a punto de irse del lugar sintió una ráfaga de viento indicando que la puerta había sido abierta y supo que había sido descubierta. Dio la vuelta y retrocedió un paso, pero antes de que pudiera reaccionar, Sesshomaru apareció frente a ella con una bata, su expresión era fría y peligrosa.
- Kagura - dijo, su voz suave pero llena de amenaza - ¿Qué crees que estás haciendo aquí?, recuerdo haberte dicho que me dejes en paz
Kagura levantó la barbilla, tratando de mantener la compostura, pero sus ojos brillaban con una mezcla de ira y dolor.
- ¿Qué creo que estoy haciendo aquí? ¿Cómo puedes preguntarme eso, Sesshomaru? ¡Tú y yo teníamos algo especial, y ahora te encuentro revolcándote con otra mujer como si no significara nada para ti!"
Sesshomaru no respondió de inmediato, su mirada era impenetrable. Kagura aprovechó su silencio para continuar, señalando a Rin con desprecio.
- ¿Es que esta puta es tan importante para ti? ¿Tan fácil fue olvidarme?!!
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OBSESIÓN #5
RandomRin Takahashi, una hermosa mujer independiente y acostumbrada a su libertad de un día a otro, su vida da un giro de 360 grados cuando por hacerle un favor a su amiga termina saliendo con un hombre que le dará muchos problemas y partirá su vida en do...