En ese momento, Sesshomaru y Rin llegaron a la habitación, por ver como Yoichi salía corriendo por el pasillo del hospital con el rostro todo rojo. La escena los dejó desconcertados, pero Sesshomaru ni siquiera se inmutó.
—Bueno, al menos alguien está haciendo ejercicio —comenté en tono divertido.
Sesshomaru, con un gesto de desinterés, se sentó al lado de la cama y comenzó a hojear la revista que había tirado antes. Sheilong, aún molesto por la interrupción, giró su cabeza hacia él.
—Si pudiera levantarme de esta camilla, te juro que te partiría las bolas —dijo, su voz cargada de frustración y deseo reprimido.
El peli plata sin levantar la vista de su revista, le respondió con una sonrisa burlona.
—No te preocupes, no tienes que levantarte para eso. Ya estoy acostumbrado a que tus intentos fallidos de amenazarme se vallan a la mierda.
—¿Acaso los insultos que lanzas te ayudan a hacer menos dolorosa tu vil y miserable vida?
—Sí, y mucho — respondió con una sonrisa fría.
—Oh que bueno entonces ¿Qué se siente ser el idiota que se quedó plantado en el altar? —dijo, burlón.
Sesshomaru ni siquiera levantó la vista de su revista.
—¿Qué se siente ser un promiscuo que coge cualquier cosa que se mueva? —respondió, una sonrisa de lado.
Sheilong apretó los dientes, pero se rió.
—Al menos no soy un hielo que nadie soporta, ojos de perra.
Sesshomaru finalmente lo miró, divertido.
—Mejor ser un hielo que un descerebrado buscando cariño como perrito callejero uhmm ya le contaste a Yoichi que te estabas cogiendo a tu piloto y antes que digas algo, si lo se, hombre se le nota a kilómetros porque crees que solo pise tu maldito avión una vez, también coges con uno de tus guardias, o no olvidemos a ese diseñador de cuarta.
—¿A ti qué te importa con quién coja? —espetó, mirándolo con desafío.
—Solo lo mencionó porque me preocupa tu salud no se te valla a pegar algo—su mirada era de falsa inocencia
—Eres un sínico para decirme eso—susurrando—acaso no recuerdas la cantidad de mujeres que llevabas a la guarida cuando éramos adolecientes o piensas negarlo
—A ver era nuestra guarida se compro entre los dos y eso quedo en el pasado—susurrando— también no recuerdo ser el único que usaba ese lugar para coger, así que estamos iguales, solo éramos adolescentes .
—Se lo voy a decir a Rin la lista de mujeres para que nunca te vea la cara de nuevo
—Pues yo le daré la lista con nombres y apellido de todos con los que cogías a Yoichi, a ver quien se jode mas imbécil.
—Maldito perro
—Maldita perra
—Cabeza de anciano
—Cabeza de escoba
—Eres un infantil Sesshomaru
—No tu eres el infantil imbécil
Mientras ambos se lanzaban comentarios afilados en silencio para no llamar la atención de nadie en la habitación, Toga, que estaba observando la escena, intervino con voz firme.
—¿Tienen algo que compartir con nosotros?
Ambos respondieron al unísono, sin mirarse:
—No.
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OBSESIÓN #5
RandomRin Takahashi, una hermosa mujer independiente y acostumbrada a su libertad de un día a otro, su vida da un giro de 360 grados cuando por hacerle un favor a su amiga termina saliendo con un hombre que le dará muchos problemas y partirá su vida en do...