CAP 30

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Cuando terminaron de colocar a Inuyasha en una habitación Sesshomaru llamo a uno de los doctores más confiables que tenía, no podía dejar que su padre se entere de esto.

*LLAMADA*

Sesshomaru: Mukotsu te mandare mi dirección para que llegues y atiendas a Inuyasha, ven solo.

Mukotsu: Claro señor, pero dígame porque me necesita exactamente, para llevar todo lo que necesite.

Sesshomaru: Inuyasha me siguió y entro a mi casa gritando como loco, Ah–Un lo escucharon y se le fueron encima mordiéndolo ya sabes que ellos se alteran con facilidad.

Mukotsu: Entiendo estaré ahí lo más pronto posible.

*FIN DE LA LLAMADA*

Kagome: - Sosteniendo la mano de Inuyasha – Enserio estará bien . . . tiene mordeduras en sus brazos y piernas, además –

Sesshomaru: ¿Me lo estas preguntando a mi? ¿A caso tengo cara de ser un maldito medico? – Sentándose en un sofá – El llegara pronto asi que puedes preguntarle todo lo que quieras – Le hace una seña a los perros para que se sienten cerca de el –

Kagome: Pero puedo ver que las mordidas fueron profundas. 

Sesshomaru: ¿Eres doctora?

Kagome: No . . . 

Sesshomaru: ¡Entonces cierra la boca!

Kagome: ¿Que . . . raza son?

Sesshomaru: Son Doberman – responde con desinterés mientras revisa su teléfono

Kagome: Jamás vi unos así

Sesshomaru: Ah te refieres a esto – tocando las orejas puntiagudas de uno – yo mismo se las corte, la posición vertical de las orejas les hacía estar más alertas.

Ni pasa un minuto cuando se escucha como un carro se estaciona afuera de la mansión serrando sus puertas con fuerza.

Kagome: Que bueno que ya llego el doctor

Sesshomaru: No, es muy pronto . . . Ah–Un vallan a revisar – Señalando la puerta de la habitación - y si es algún desconocido ya saben qué hacer.

Ambos perros se levantan gruñendo ligeramente y salen por la puerta que les indico Sesshomaru.

Kagome al escucharlos gruñir sostuvo su reparación y la soltó cuando ya estaban afuera de la habitación, la verdad es que no puede borrar de su cabeza la forma que estos mordían el cuerpo de Inuyasha.

Del carro que se avía estacionado afuera salía Sheilong y Rin, cuando pasaron las rejas de la mansión dos perros los recibieron con gruñidos.

Rin: ¡Sheilong nos van a morder! – Se escondía detrás de el

Sheilong: No grites rin o les darás indicios para atacar, además ellos no muerden a menos que lo mande su amo.

Rin: Entonces como pasaremos – asustada

Sheilong: Déjame intentar algo – Colocando su mano al frente y comenzando a chasquear los dedos - Ah–Un su mirada aquí.

Ambos perros lo miran, pero sin dejar de gruñir.

Sheilong: Déjennos pasar ella es una invitada – comienza a caminar junto a Rin quien no dejaba de sentir miedo.

Ella dejo de esconderse detrás de el para pararse a su lado, los perros la vieron mejor y notaron que era una desconocida, alterándolos más porque según las ordenes que dio Sesshomaru tenían que atacar a los desconocidos.

OBSESIÓN #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora