Antes de alejarse por completo, Yoichi se detuvo un momento y miró a Sesshomaru con una intensidad que contrastaba con su habitual calma.
—Por cierto, ¿recuerdas cuando me preguntaste hace años en la preparatoria si te odiaba? Pues... sí, te detesto. Antes y ahora— dijo, su voz cargada de una mezcla de resentimiento y sinceridad.
—Pues el sentimiento es mutuo— respondió, su tono áspero pero con un toque de ironía.
Yoichi se giró y, con una última mirada hacia el grupo, se dirigió a la salida.
Cuando la tensión en la sala comenzó a desvanecerse y los demás empezaron a dispersarse, Toga se acercó a Sesshomaru, que permanecía sentado en la silla de ruedas, observando en silencio.
—Mira— comenzó, manteniendo un tono bajo y cauteloso—. Te recomendaría que no te metas en problemas con el Señor Yoichi. Él es el líder de la mafia en Rusia. Su familia controla todo allá, y no sería bueno que causaras más conflictos, ya vasto con los que hiciste en este país.
Sesshomaru, con los ojos cansados y un leve gesto de desdén, giró la cabeza hacia Toga, mostrando claramente su aburrimiento.
—¿Más problemas?— replicó, con un tono de desprecio
—No solo es eso— dijo—. Sheilong está en una situación delicada y no quiero que al despertar se enfrente a más dificultades. Él es el hijo del hombre Ruso que ayudó a desarrollar la droga y aportó más del 50% para crearla. La última cosa que necesita es un conflicto internacional con alguien que puede complicar aún más su recuperación o encontrar un nuevo socio.
—Esas son las tonterías que siempre vienen con el paquete— respondió, girando los ojos con desdén
Rin, viendo desde lejos que la conversación no iba a cambiar la postura de Sesshomaru, optó por interferir. Sabía que, a pesar de su desdén, él tenía sus propios problemas que enfrentar y no iba a ser fácil cambiar su actitud.
—Solo ten en cuenta lo que te dijo— concluyó Rin de manera seria apretando su hombro ligeramente —entendiste ¿Verdad?
—Si. . .lo siento
A medida que pasaron las semanas, Sesshomaru comenzó a mostrar signos de mejora en su recuperación. Aunque aún era un proceso largo, los cambios eran notables. Fue en el mismo hospital donde inició su seguimiento psicológico, un aspecto crucial para su bienestar integral. Al principio, se mostró reacio a participar en las sesiones, como era de esperar, y a menudo se negaba a asistir. Sin embargo, con el tiempo y la persistencia, comenzó a asistir a las sesiones, acompañado por Rin, que estaba decidida a ayudarle en su proceso.
En la oficina del especialista, Toga y Rin estaban sentados frente al médico, que revisaba varios documentos con detenimiento. El ambiente era tenso, y aunque ambos trataban de mantener la calma, la preocupación por Sesshomaru era evidente.
—Señor Toga, antes de comenzar con los detalles de los resultados—dijo el especialista, mirando directamente al padre—, me informaron que no pasaba mucho tiempo con su hijo durante su infancia. Ya escuché la historia desde la perspectiva de Sesshomaru, pero me gustaría escuchar su versión.
Toga respiró profundamente, sabiendo que iba a ser un momento difícil.
—Bueno... la mayoría del tiempo no le presté la atención que requería. Estaba ocupado con las juntas de accionistas y acompañado de mi exesposa, la madre de Sesshomaru.
El especialista asintió lentamente, procesando la información antes de hacer la siguiente pregunta.
—¿Recuerda cuándo dio su hijo sus primeros pasos?
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OBSESIÓN #5
RandomRin Takahashi, una hermosa mujer independiente y acostumbrada a su libertad de un día a otro, su vida da un giro de 360 grados cuando por hacerle un favor a su amiga termina saliendo con un hombre que le dará muchos problemas y partirá su vida en do...