T2: CAP 60

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La prensa continuó tomando fotos y haciendo preguntas, pero Sesshomaru y Rin, rodeados por su equipo de seguridad, se abrieron paso hacia su coche. Al estar dentro, Sesshomaru susurró al oído de Rin:

-Esa fue una verdadera lección de elegancia y fuerza, amor. Estoy muy orgulloso de ti.

Mientras se alejaban ambos se besaban apasionadamente en el auto, sus cuerpos pegados, sintiendo el calor que subía entre ellos tan inmersos en su mundo que ninguno notó que el auto en el que estaban no era el mismo en el que habían llegado, ni que el conductor no era Jaken.

Abrazando a su ahora prometida con fuerza y un movimiento rápido, sacó una pistola de su saco, apuntando a la cabeza del conductor.

-¿A dónde nos llevas? -reclamó con voz firme y peligrosa.

El conductor, manteniendo la calma, no respondió y siguió su camino. Sesshomaru, para demostrar que hablaba en serio, disparó al techo del auto. Rin, asustada, se agarró fuertemente de él, pero su miedo no era hacia él, sino a la posibilidad de estar ambos en peligro.

-¡Te hice una pregunta! -rugió

Finalmente, el conductor habló con voz monótona

-Su padre quiere verlo en la mansión ahora.

Sesshomaru se tranquilizó un poco con la respuesta, pero mantuvo la pistola lista y no bajó la guardia durante todo el trayecto. Rin, todavía temblando, se aferró a él buscando consuelo. La tensión en el aire era palpable, pero la presencia de el a su lado le daba una extraña sensación de seguridad, que cada vez amaba más.

Al llegar a la mansión, Sesshomaru finalmente bajó el arma, pero no soltó a Rin ni por un segundo, cuando salieron del auto, fueron recibidos por varios guardias y el propio Toga, quien los esperaba en la entrada principal.

Este los observó con una expresión severa, su mirada fija en Sesshomaru y luego a la mujer que estaba a su lado pero la pobre de Rin al sentir el peso de su mirada y se apretó más contra él, buscando su protección. Sesshomaru, aun sosteniéndola con fuerza, enfrentó a su padre con una expresión desafiante.

-¿Qué es tan urgente que requiere un secuestro? -preguntó con sarcasmo, en su voz goteaba el desdén.

Toga no respondió de inmediato, sino que los guio hacia el interior de la mansión con un gesto. Sesshomaru la mantuvo cerca colocando su brazo alrededor de su cintura, listo para cualquier cosa. Los guardias cerraron la puerta detrás de ellos, y el eco de sus pasos resonó en el vasto vestíbulo de mármol, el patriarca los estaba guiando a la sala.

-Hijo, tenemos que hablar -dijo Toga con voz seria,

Después de decir eso, se giró y mostró un rostro de felicidad. De repente, varios globos y serpentinas cayeron del techo de la mansión, y comenzaron a salir las demás personas que estaban escondidas en la gran sala. Entre ellas estaban Takahiro, Jaken, Izayoi la segunda esposa de su padre, su medio hermano Inuyasha, y Kagome.

Sesshomaru y Rin se miraron con sorpresa, mientras los demás los rodeaban con sonrisas y felicitaciones por su compromiso. Sin embargo, al ver a su ex mejor amiga, Rin la miró con notable odio y repulsión. Kagome, por su lado, devolvió la mirada pero dirigiendo su desprecio hacia Sesshomaru, sabiendo que él era la razón por la cual le odiaba pero aprovecharía este momento para poder hablar un rato con ella.

Inuyasha, algo incómodo porque conocía todo lo que había pasado, intervino rápidamente, rompiendo la tensión del momento.

-¡Felicitaciones, hermano! -dijo, con una sonrisa forzada-. Por tu matrimonio. Y, bueno, también quería decirte que yo también me voy a casar... mañana.

OBSESIÓN #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora