T2: CAP 94

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En ese momento, la atención de todos fue capturada por una pequeña figura que emergió en la pasarela. No era tan alta como las demás modelos, pero su belleza superaba a todas. Llevaba un vestido que acentuaba su figura de manera espectacular, y su peinado recogido realzaba aún más sus brillantes ojos.

Un murmullo recorrió la audiencia. Los jóvenes empresarios no pudieron evitar admirarla, algunos incluso se quedaron boquiabiertos. Pero fue Sheilong quien quedó realmente sorprendido. Al darse cuenta de quién era esa mujer, se quitó las gafas, revelando sus ojos rojos que reflejaban una mezcla de sorpresa y incredulidad.

—¿Qué mierda hace Neria ahí? —exclamó, incapaz de contenerse.

Sacó su teléfono y empezó a tomar fotos, inmortalizando ese momento. Ver a la mujer que consideraba como una hermana pequeña, desfilando con tanta seguridad y gracia, lo llenó de orgullo. Neria no solo estaba modelando; lo hacía como una verdadera experta, moviéndose al ritmo de la música, con cada paso resonando en la pasarela.

Mientras tanto, detrás de bambalinas, Rin y Sesshomaru observaban el desfile desde las pantallas, vigilando cada detalle. Rin no podía contener su emoción al ver cómo todo estaba saliendo a la perfección. Se acercó a Sesshomaru, quien tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—Está saliendo todo tan bien —susurró, sus ojos brillando de emoción.

—Más que bien, es perfecto —respondió el, manteniendo su mirada en la pantalla, donde Neria seguía deslumbrando a todos.

El desfile continuó, y con cada nueva prenda que se mostraba, los invitados no podían evitar admirar el talento que se desplegaba ante ellos. Rin y Sesshomaru sabían que este evento sería recordado como un éxito absoluto, y la presencia inesperada de Neria solo había añadido un toque de magia al espectáculo haciendo que los invitados y los medios se pregunten quien era esa misteriosa mujer.

Al final del desfile, las modelos se colocaron en fila, una detrás de la otra, en perfecta alineación, sin taparse entre sí. Los reflejos de la pasarela de espejo brillaban bajo las luces, creando una atmósfera casi mágica. Entre ellas emergió Rin Takahashi, la diseñadora de la noche, vistiendo uno de sus propios vestidos. Había decidido modelar una de sus creaciones, una pieza elegante que representaba todo el esfuerzo y amor que había puesto en su trabajo.

Rin, algo nerviosa, esperaba que Sesshomaru la acompañara en ese momento tan importante. Lo miró con ojos llenos de expectativa, pero él solo le sonrió con suavidad.

—Ese es tu momento cariño, tú eres la estrella esta noche.

Aunque un poco insegura, comprendió las palabras de su esposo. Este era su logro, su obra maestra. Con un último respiro profundo, caminó con paso firme hacia el centro de la pasarela. La gente, que al principio la miraba con sorpresa, comenzó a levantarse de sus asientos. Uno a uno, los aplausos resonaron por toda la sala, convirtiéndose en una ovación de pie.

—¡Bravo, Rin! —se escuchó una voz desde el público, mientras otros empezaban a decir palabras de elogio como "¡Increíble!" y "¡Magnífico trabajo!"

Toga e Izayoi la miraban con orgullo, mientras Inuyasha levantaba un puño al aire en señal de apoyo. Kagome, con lágrimas de emoción en los ojos, aplaudía sin descanso. Incluso Yuki Nakamura, el renombrado diseñador, se unió a la ovación, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

Sheilong, desde su lugar, observaba con una leve sonrisa en los labios mientras Neria, radiante por haber sido parte del desfile, también aplaudía con entusiasmo.

La azabache, al ver la respuesta del público, sintió que todo el nerviosismo se desvanecía. Miró hacia el lugar donde Sesshomaru la observaba desde las bambalinas y, aunque él no estaba a su lado en ese momento, sentía su apoyo incondicional. Ella había logrado algo más grande de lo que jamás había imaginado, y el reconocimiento que recibía ahora era el fruto de todo su esfuerzo y dedicación.

OBSESIÓN #5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora