¡Buenas tardes a todos! Quiero agradecerles infinitamente por seguir acompañándome en esta aventura. Les cuento que este no era el capítulo que tenía planeado publicar.
Originalmente, pensaba dejar que la historia se desarrollara gradualmente, dejando que ustedes, los lectores, imaginaran los detalles más mínimos. Sin embargo, después de leer sus comentarios, mensajes privados y sentir su emoción, decidí hacer este capítulo extra para satisfacer su curiosidad. ¡No puedo resistirme a complacerlas cuando están tan ansiosos! ¡Gracias, gracias y mil gracias! ¡Los adoro a todos! Antes de despedirme, quiero enviar un saludo especial a @Virgnia ¡espero que hayas tenido un cumpleaños maravilloso y que todos tus sueños se hagan realidad! ¡Un abrazo gigante para ti! Y otro enorme abrazo para todos ustedes. ¡Son lo mejor! Mumy
〰️〰️〰️➿➿➿〰️〰️〰️➿➿➿〰️〰️〰️
Andrea:La última semana de vacaciones de Finn se desvanecía lentamente, un período lleno de momentos especiales que compartimos juntos en casa. Aunque él quería llevarme de viaje, opté por quedarme en casa y disfrutar de su compañía. Cada día era una aventura: nos levantábamos tarde, desayunábamos a cualquier hora y luego nos ejercitábamos juntos, con Finn siempre cuidando de mí, regañandome cuando me excedía y animándome con su risa contagiosa.
Nuestra rutina de ejercicios se convertía en un juego lleno de risas y complicidad. Cuando intentaba vencer a Finn, era como si estuviera enfrentando a Jared de nuevo; ambos me conocían demasiado bien. Con cada intento de golpearlo, él se adelantaba y, de alguna manera, lograba esquivarme o sostener mi pierna, siempre dispuesto a darme consejos o enseñarme cómo defenderme mejor, odiaba no poder vencerlo, jamás, pero terminaba en el suelo riendo porque me hacía cosquillas hasta dejarme sin aire.
Los días transcurrían entre risas, compras en el mercado, almuerzos en lugares improvisados y tardes de películas y juegos de ajedrez. Pero lo más especial eran nuestras conversaciones nocturnas y el amor apasionado que compartíamos al final de cada día, un momento en el que Finn se transformaba en alguien completamente diferente, lleno de calidez y ternura. Éramos felices, eso era innegable.
Sin embargo, a pesar de la felicidad que inundaba nuestros días, una sombra se cernía sobre mí. Durante toda la semana, no había tenido noticias de mi hermana ni de Elijah, y la falta de comunicación comenzaba a inquietarme.
Durante toda la semana, me mantuve en la oscuridad respecto a ellos. No pude hablar con ninguno de los dos, ya que según Finn, Elijah, estaba demasiado ocupado, y Gina me decía que hablaríamos después. Aunque Finn, afirmaba no saber nada al respecto, estaba convencido de que no era cierto. Finn y Elijah tenían una relación estrecha, pero Finn guardaba celosamente los secretos de Elijah, negándose a compartirlos conmigo o con Zoe.
Con Finn de regreso en Nueva York y yo trabajando en Milán, decidí quedarme en casa de mis padres durante una semana más. La próxima semana, planeaba visitar a Pao allí, quien se iba a mudar temporalmente a Milán, y quedarme con Finn hasta su regreso a casa el viernes siguiente. Durante la cena con mis padres y mi hermana esa noche, aproveché la oportunidad para sacar el tema de Elijah. Necesitaba desesperadamente saber qué había sucedido entre ellos.
- Ufff... Si me disculpan, será una conversación de mujeres, prefiero no participar - mi padre nos sonrió y nos dio un beso a cada una para marcharse.
- ¡Oye! Eres genial escuchando y dando consejos. ¿Vas a abandonarnos? - lo regañé, realmente lo necesitaba, porque era genial para hacernos ver nuestros errores.
- Ya escuché mucho en este tiempo, ya aconsejé, y lo siento, amo a Gina y a ti. Son mis preferidas en el mundo, después de su madre, obvio, pero esta vez, yo juego en el equipo de los hombres - agregó sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
Sencilla dignidad- La liberación de los secretos - Libro II
RomanceEn ocasiones, las ataduras que nos aprisionan nos sumergen en una oscuridad intrincada, donde solo los secretos más profundos de nuestros corazones encuentran refugio. Es entonces cuando el orgullo y la vanidad irrumpen, desatando la destrucción a s...