Momentos

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Finn:

El taxi se detuvo y pagué rápidamente antes de bajar. Subí las escaleras del edificio con la determinación de resolverlo todo de una vez por todas. Llegué a la puerta del departamento de Jiro y respiré hondo antes de tocar.

-Finn, pensamos que no vendrías, jamás llegas tarde -dijo Jiro al verme.

-Perdón, solo tuve cosas que resolver. Terminemos con esto de una vez -respondí, decidido.

Llegué al comedor donde estaban todos reunidos. Después de saludarlos y las bromas de costumbre, tomé asiento y les pedí que apresuraran la reunión. No pensaba fallarle a Andrea.

-Chicos, necesitamos resolver esto hoy. No hay más tiempo para retrasos. Hemos llegado demasiado lejos y no podemos permitirnos más riesgos. Hay que tomar decisiones y ejecutarlas de inmediato -dije, firme y directo.

El ambiente se tornó serio y todos asintieron, entendiendo la gravedad del asunto.

-Estamos contigo, Suizo. Vamos a terminar esto. ¿Cuál es el plan? -preguntó Jiro, mientras los demás asentían en acuerdo.

-Primero deben saber todo. Hay más, y lo descubrió Zeligh ayer -informé señalándolo.

-En realidad, pude llegar más lejos al unir lo que el suizo, Jane, Arthur y James investigaron por separado. Así se unió todo y es bastante complicado -explicó Zeligh.

-Inglés, explícalo tú. Te encanta hacerlo y lo haces mejor que todos -Jane le pidió a James de inmediato.

-Hablaré una sola vez, así que presten atención, porque es largo y lleva muchos detalles -dijo James para que todos prestaran atención.

-Todos sabemos que Tasarov y la Bratvá se dedican al tráfico de todo: personas, armas, drogas, etc. Y que hace un par de años se metieron en el negocio de bienes raíces, buscando tierras que les sirvan como puntos estratégicos para sus negocios, o cuyo valor sea incalculable por ubicación, extensión o, en algunos casos, recursos mineros o petróleo en el subsuelo. ¿Estamos de acuerdo en eso, verdad? -James los miró y todos asintieron.

-Y ahí es donde asesinaron a Noah Miller. Él y la CIA estaban investigando eso -acordó Johann.

-Exacto, porque Noah concentraba toda esa información. Intentaron muchas veces atraparlo, pero todos sabemos que Noah era muy hábil. Por eso, para atraparlo, tuvieron que tenderle una trampa y aprovecharon cuando estaba solo. No le dieron oportunidad -agregó Jane.

-El viejo Bertolucci tejió sus negocios allí. Quería ser más fuerte que Tasarov y ocupar su lugar en la Bratvá. Lo que no sabíamos era que, además de sus empresas en Italia, por las cuales todos se peleaban, tenía otra empresa más ubicada en Noruega. No estaba a su nombre; la dejó a nombre de su heredero, pero nadie lo sabía. Por ello, Andrea no tenía idea y no pudo venderla, y hoy sigue en pie -James explicaba con calma.

-¿La dejó a nombre de Andrea? Pero ella debería haber estado al tanto. Investigamos sus propiedades y no estaba esa -Kylian interrumpió porque él mismo buscó exhaustivamente.

-Porque no la dejó a nombre de ella. Es de Marco Bertolucci, como único dueño, y es una empresa inmensa, fuerte y millonaria -agregué de inmediato.

-¡Les dije! Por más que el joven maravilla estaba muerto, había que ver si tenía posesiones -nos regañó Kirill.

-Tranquilo, ruso, es verdad. Lo dijiste y te escuché. Busqué, pero al estar muerto Marco, no podía ver mucho, porque supuestamente en Noruega protegen la privacidad de los empresarios, y había entrado en sucesión de herederos, algo que se hace cuando el dueño muere. Así que estaba casi imposible. Me llevó muchísimo tiempo, tuve que mover contactos, jueces y hasta fiscales, hasta que la encontré -le explicó James.

Sencilla dignidad- La liberación de los secretos - Libro IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora