•Blooming Flowers, Silent Sorrow• Traducido al español.

•Capítulo 94•

Xiao Bao recuperó poco a poco el sentido y empezó a forcejear contra el agarre de Huai En, dando patadas y puñetazos como si su vida dependiera de ello, como si estuviera siendo estrangulado por el mismísimo Rey del Infierno.

Huai En lo sujetó con brazos y piernas, susurrándole suavemente: — Xiao Bao, Xiao Bao, no hables. Te dejaré ir, ¿de acuerdo? ¿Xiao Bao? ¿Podemos hablar, por favor?

De la boca tapada de Xiao Bao salían ruidos ahogados. Después de mirarle fijamente durante dos segundos, finalmente asintió.

Huai En suspiró ligeramente, se soltó, pero aún se sentó sobre las piernas de Xiao Bao, con las manos apoyadas en las de Xiao Bao.

Xiao Bao se movió ligeramente y, al ver que Huai En le apretaba, dejó de forcejear y se limitó a observarle con calma, esperando a que hablara.

Huai En le observó en silencio durante un rato. En el inquietante silencio de la oscura habitación, la agitación emocional era casi palpable, cada cambio de mirada y cada respiración delataban un corazón inquieto. Bajo la mirada escrutadora de Xiao Bao, Huai En, que nunca había sido bueno con las palabras, se sintió abrumado. Nadie le había enseñado nunca sobre las emociones, que él mismo no podía comprender del todo. ¿Cómo iba a expresarlas? Por fin, consiguió expresar su sentimiento más genuino y urgente: — Xiao Bao, te echo de menos.

Xiao Bao puso cara de amarga ironía: — No sé en qué estás pensando esta vez. Sólo dilo. Lo que pueda darte, te lo entregaré en mano.

Huai En dijo seria y honestamente: — Xiao Bao, sólo te quiero a ti.

Xiao Bao giró la cabeza con impaciencia: — Odio perder el tiempo contigo aquí. ¿Te parece divertido? Sé que nunca te he gustado desde el principio. Que yo te moleste todo el tiempo debe ser molesto. Es culpa mía, y me lo merezco por estar jugando. Has convertido mi casa en este desastre, y no puedo hacer nada al respecto. Es mi debilidad, pero ¿disfrutas tanto jugando conmigo? Maldita sea, yendo y viniendo, ¿te debo algo de una vida pasada? Has vaciado todo lo que tenía, realmente lo has vaciado. Sólo dime qué más necesitas de mí. Te ayudaré, y luego déjame ir. No necesitas fingir afecto aquí todos los días. Tu estatus es demasiado noble para perder el tiempo conmigo. Seamos francos, di lo que necesitas. No puedo competir contigo, te lo ruego, sé directo y no me jodas más.

Huai En agarró con fuerza la mano de Xiao Bao, intentando hacerle entender que esta vez había venido sólo por él. Realmente quería estar con él para siempre, sin importarle nada más, preocupándose sólo por él. Pero después de haberse repetido tantas veces sin ganarse la confianza de Xiao Bao, tal vez era hora de intentar un enfoque diferente. Pero, ¿qué debía decir? ¿Qué podía hacer para que Xiao Bao le creyera?

Al ver los ojos ligeramente enrojecidos y los labios fruncidos de Xiao Bao, algo se agitó en el corazón de Huai En, y no pudo resistirse a inclinarse para lamer el rabillo del ojo de Xiaobao.

Xiao Bao se estremeció como si le hubiera mordido una serpiente. No pudo evitar recordar la segunda vez que habían intimado estando plenamente conscientes, cuando trató de sacar ventaja a hurtadillas pero acabó inmovilizado por Huai En en su lugar. En ese momento, Huai En le había lamido el rabillo del ojo, mirándole con una mirada anhelante pero torpe, y él se había entregado tontamente. Ahora, recordando esto, ¿podría ser la forma especial de Huai En de actuar tímidamente? Conocía cada pequeño detalle de Huai En, desde sus sutiles expresiones hasta sus pequeños movimientos, y deseaba poder abofetearse a sí mismo por ello.

Al ver que Xiao Bao no reaccionaba, Huai En suspiró y dijo en voz baja: — Xiao Bao, hablo en serio. Recuerdo todo lo que hemos dicho, y cuidaré de ti el resto de tu vida. Pero se me está acabando la paciencia. Si no estás dispuesta a venir conmigo, tendré que llevarte a la fuerza a un lugar donde nadie pueda encontrarnos. ¿Quieres eso?