•Blooming Flowers, Silent Sorrow• Traducido al español.

•Capítulo 16•

En el momento en que Xiao Bao recobró el conocimiento, sintió como si su cuerpo hubiera sido pisoteado por diez toros embravecidos, cada centímetro de él palpitaba de dolor.

Haciendo muecas y gimiendo de agonía, permaneció inmóvil en la cama, temeroso de mover un músculo. El mero hecho de pensar en sus heridas le hacía sudar frío, lo que intensificaba el dolor, especialmente en la espalda, que era abrasador y le llegaba hasta la frente. No era de extrañar que tuviera que tumbarse boca abajo para dormir. Incluso dudaba de que pudiera volver a inclinarse correctamente en el futuro. Maldita sea, ¿se suponía que ese lugar debía usarse así?

Veinte años de vulgares maldiciones se agitaron en su pecho, maldiciendo a los antepasados de Huai'en hasta la octava generación.

— ¡Maldito bastardo embustero, desagradecido! ¡¡Juro que no descansaré hasta vengar esto!!

Apretando los dientes, la mente de Xiao Bao giraba con ideas maliciosas, contemplando como tratar con ese despreciable bastardo que lo violó. Por supuesto, la venganza más satisfactoria sería hacer lo mismo, recuperar algo de dignidad, y... a pesar de su repulsión ante la idea de la autocastración, su cerebro recordó descaradamente el encantador encanto de Huai'en... era simplemente... ohhh... demasiado emocionante, demasiado tentador... imposible de olvidar... Maldita sea, ¡¡no sería un hombre si no se lo devolviera al menos una vez!!

Perdido en sus fantasías sobre cómo dominar y desnudar a Huai'en, los pensamientos de Xiao Bao se vieron bruscamente interrumpidos por el chirrido de la puerta al abrirse.

Sobresaltado, Xiao Bao giró trabajosamente la cabeza para mirar hacia la puerta.

Entraba en la habitación una joven vestida con un vestido de muselina verde lago, con el pelo negro y brillante recogido en un moño en la nuca. Llevaba pocas joyas y su atuendo era sencillo, pero desprendía una sutil sensualidad y un encanto maduro.

Normalmente, si Xiao Bao se encontrara con una belleza tan elegante y seductora, su alma practicamente habria abandonado su cuerpo y se habria acercado a ella con una sonrisa. Pero dada la situación actual, ver a una mujer, especialmente a una mujer tan hermosa, oscureció la expresión de Xiao Bao a la mitad.

¿Era ella la que había estado cuidando de él todo este tiempo? Entonces, la parte trasera de él... en este estado... había expuesto todo a una joven dama...

Incluso Xiao Bao, desvergonzado como era, sintió ahora una punzada de vergüenza, maldita sea.

Al ver su expresión poco atractiva, la joven también sintió una punzada de preocupación a pesar de su vasta experiencia como sanadora. Tan pronto como ella entro en la habitacion y vio la incomodidad de Xiao Bao, ambos se sintieron increiblemente incomodos.

Pero Xiao Bao recuperó rápidamente la compostura: —Eh... Hermana... ¿dónde está esto?

— Oh... Señor Jin, por fin estás despierto. Has estado inconsciente durante tres días. Esta es la residencia de nuestro joven maestro en la Prefectura de Wujiang.

— ¿Qué? ¿Prefectura de Wujiang? ¿Por qué estoy aquí?

— Fue el Señor Youying quien siguió las pistas para rescataros a ti y al joven maestro.

La cara de Xiao Bao se sonrojó al instante, deseando poder golpearse la cabeza contra algo y acabar con todo.

No tenía ni idea de lo que le había pasado después a Huai'en. Todo lo que sabía era que se había desmayado de dolor, despertado con dolor, desmayado de nuevo, y había sucedido una y otra vez innumerables veces, con Huai'en siempre allí... sin parar nunca... Era como una pesadilla. Él se lo había buscado, maldita mala suerte, intentando robar un pollo sólo para perder el arroz. El hecho estaba consumado, y aunque lo lamentara hasta lo más profundo de su ser, no podía cambiar nada. Culpó a su desafortunado destino y a su mala suerte por encontrarse con una estrella tan calamitosa. Era soportable, pero que esos desafortunados sucesos se expusieran tan desnudamente... era realmente devastador.