•Capítulo 50•

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Xiao Bao estuvo ocupado todo el día hasta la noche. Después de cenar, fue a calmar a Xiao Yu, la niña que se negaba a comer. Xiao Bao la seguía con un cuenco para alimentarla. Xiao Yu nunca se comportaba así delante de los demás, siempre actuaba como una pequeña adulta, incluso delante del Anciano Jin y la señora. Solo delante de Xiao Bao actuaba como una niña, siendo voluntariosa y coqueta.

No fue hasta que Xiao Yu se durmió que Xiao Bao finalmente recuperó el aliento.

Hoy, después de regresar a la mansión Jin, estaba ocupado con esto y aquello y no tenía tiempo libre. No había visto a Huai En en todo el día. Habían sido inseparables los días anteriores, y ahora le costaba adaptarse a no estar juntos. Aunque era tarde en la noche, Xiao Bao todavía quería encontrar a Huai En, aunque sólo fuera para dormir en sus brazos.

Desafortunadamente, cuando llegó al patio separado de Huai En, se llevó una gran decepción. La habitación de Huai En estaba vacía. A una hora tan tardía, ¿quién saldría? Arrastrar a Zuo Ying para preguntar no le produjo más que una actitud indiferente. Los ojos de Zuo Ying estaban llenos de desdén hacia él.

Xiao Bao estaba furioso. Ambos adolescentes de unos diecisiete o dieciocho años, ¿cómo podían los subordinados de Huai En ser tan diferentes de los acogedores y prósperos? Mirándote como si estuvieran evaluando a tus antepasados e ignorándote como si no existieras en este mundo. En efecto, el tipo de amo determina el tipo de siervo. Xiao Bao decidio dar un pequeño informe y susurrar al oido de Huai En en el futuro para tratar con este desdeñoso sirviente.

Incapaz de encontrar a Huai En, Xiao Bao no quería volver a una habitación vacía. Realmente quería hablar con Huai En, para decirle lo que había hecho hoy. También quería saber lo que Huai En estaba haciendo, saliendo en medio de la noche.

La salud de su padre declinaba día a día, y lo que antes parecía lejano ahora requería consideración: ¿qué sería de la familia Jin tras la partida centenaria de sus padres? No deseaba casarse con nadie en toda su vida, sólo envejecer con Huai En. Sin embargo, incluso con la indulgencia de sus padres, no le permitirían tal capricho.

Sujetando la colcha de Huai En, podía oler débilmente su aroma. Xiao Bao enterró su cabeza en el edredón, su mente en confusión. Perdido en sus pensamientos, finalmente se durmió.

Al despertar al día siguiente, Xiao Bao sintió un calor extraordinario a su lado. Al abrir los ojos, tenía cerca el delicado rostro de Huai en. Las ojeras eran visibles bajo sus ojos, claramente de agotamiento, sus fosas nasales se agitaban ligeramente con sus largas y profundas respiraciones, durmiendo profundamente.

Xiao Bao sintió que un cálido flujo se extendía por sus miembros en un instante, dándose cuenta de que se trataba de una escena indispensable en su vida. Despertar y ver la cara de Huai En durmiendo en paz era la vida que deseaba. Para ello, sin duda encontraría una solución perfecta.

El brazo de Huai En todavía estaba alrededor de la cintura de Xiao Bao. Justo cuando Xiao Bao se levantaba, Huai En abrió los ojos con sensibilidad.
Sus ojos no pudieron ajustarse inmediatamente a la luz, entrecerrando ligeramente los ojos hacia Xiao Bao.

Xiao Bao se cubrió los ojos suavemente, diciendo: — Voy a salir un rato, tú duerme un poco más.

Huai En asintió ligeramente, susurrando: — Vuelve pronto.

Xiao Bao le besó en la comisura de los labios, se levantó de la cama, cubrió a Huai'En con la colcha y se marchó en silencio.

— ¿Está todo listo?

— Maestro, todo está listo.

Xiao Bao miró al cielo, era por la tarde, y el sol no era tan deslumbrante. — Hmm, ahora es el momento adecuado, vámonos.

•Blooming Flowers, Silent Sorrow• Traducido al español. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora