•Blooming Flowers, Silent Sorrow• Traducido al español.

•Capítulo 39•

Xiao Bao sintió un zumbido en la cabeza, como si toda la sangre de su cuerpo hubiera subido instantáneamente a la parte superior de su cráneo. Se sintió como si le hubieran quitado los pantalones en plena calle, tan avergonzado que le entraron ganas de llorar.

Como hijo único del hombre más rico de Jiangnan, desde los funcionarios de cuatro provincias hasta la gente corriente, muchos dependían de su familia para vivir. Nadie se había atrevido nunca a tratarle con tanta indignidad. Sin embargo, a los ojos de Huaien, no parecía diferente de los más humildes artistas de los barrios de placer, incluso peor, ofreciéndose a sí mismo sin esperar nada a cambio.

Realmente sentía que Huai en sólo se acercaba a él cuando necesitaba desahogarse. Después de utilizarle, sólo podía ser desechado, para ser recogido de nuevo cuando fuera necesario. Y ni siquiera podía expresar sus quejas, o se encontraría con una fría indiferencia o incluso violencia.

Le quería, por eso toleraba su egoísmo y su capricho. Pero, ¿podría ser que esta persona realmente no tuviera corazón? Hace un momento, se consolaba pensando en la rectitud de dar sin esperar nada a cambio, y en lo difícil que era conseguirlo.

Al ver a Xiao Bao bajar la cabeza con la cara sonrojada, Huai en pensó que era tímido. Sintiendo una oleada de deseo, lo levantó y lo apretó contra la cama.

Las manos de Huai En rasgaban con avidez la ropa de Xiao Bao, besando y mordisqueando delicadamente la piel de su pecho y su cuello, mientras una mano se aventuraba dentro de sus pantalones para amasarle con rudeza las nalgas. Lentamente, se llevó un tierno pezón a la boca, y su mano se movió más abajo para sondear suavemente y provocar la entrada de Xiao Bao.

Xiao Bao se sintió avergonzado y triste, sabiendo que la resistencia era inútil. Pensando en el calvario que se avecinaba y en su miserable situación, no pudo evitar sentir una oleada de tristeza, sus ojos se agriaron mientras levantaba un brazo para cubrirlos, la otra mano agarraba con fuerza las sábanas, resignándose a la voluntad de Huai En.

Huai En, al ver sus acciones, no se sorprendió. Xiao Bao había llorado delante de él más de una vez, especialmente en la cama, siempre suplicando a través de sus lágrimas. Sabía que Xiao Bao era delicado y propenso a llorar, así que no sería raro que no derramara lágrimas. No le importaba, especialmente ahora, con sus deseos ardiendo ferozmente, sin dejar espacio para nada más en su mente.

Huan En se apretó entre las piernas de Xiao Bao, su cuerpo presionandolo fuertemente. Hundió la cabeza, llevándose el pequeño bulto redondo a la boca. Su lengua lo lamió repetidamente, y luego, lentamente, usó sus dientes para frotarlo de un lado a otro, mojándolo y volviéndolo pegajoso. El bulto rosáceo estaba ahora cubierto de lasciva humedad. Xiao Bao se retorció incómodo bajo sus caricias, retorciéndose de un lado a otro. Huan En introdujo las manos entre los muslos de Xiao Bao, separándolos y presionándolos a cada lado. Xiao Bao se estremeció con sus movimientos, dando aún más lástima.

Huan En bajó la cabeza y miró la cosa suave y caída que había entre las piernas de Xiao Bao. Sus finos dedos se deslizaron por el suave saco, sintiendo cómo se estrechaba poco a poco en el aire frío. Con cada pliegue, podía ver claramente el tono rosado de su interior. Inmediatamente pudo introducir sus dedos en el agujero, agitándose vigorosamente en su interior, mientras le envolvía con fuerza, drenando toda su energía. Lo estiraba al máximo, revelando un profundo pasaje hasta que no podía cerrarse incluso después de retirarse, goteando lentamente sus fluidos, ¡declarando que todo le pertenecía sólo a él!

La parte inferior del cuerpo de Huan En palpitaba con una dolorosa hinchazón, su erección se elevaba hacia arriba. La punta húmeda rozaba incesantemente los muslos de Xiao Bao, pero no penetraba. Recordó que si no la abría bien, Xiao Bao sufriría mucho dolor, incapaz de caminar bien al día siguiente.