•Capítulo 35•

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Huan En estaba de pie en el patio, observando en silencio un frondoso árbol cubierto de osmanthus. El árbol estaba adornado con tiernas flores amarillas, que parecían estrellas esparcidas por sus ramas, y muchas flores caídas alfombraban el suelo. El aire estaba impregnado de la fragancia del osmanthus, embriagadora para algunos.

A pesar de la delicada belleza de la escena, Huan En no encontraba alegría en ella, y sólo sentía una opresión sofocante en el pecho.

A lo largo de su vida, nada le pertenecía realmente, un hecho que normalmente ignoraba, pues no había nada que deseara de verdad. La única aspiración que albergaba era escapar de las rígidas enseñanzas a las que había estado sometido, creyendo que la libertad podría revelar sus verdaderos deseos o ambiciones. Su padre, que le había dado la vida y lo había criado, esperaba que Huan En cumpliera a cambio sus propios deseos. Para Huan En, esto saldaba cualquier deuda entre ellos. La idea de vengar a su madre, una mujer a la que nunca había conocido y con la que no sentía ninguna conexión, era algo que desechaba por completo. Su padre lo veía simplemente como una herramienta para su uso personal, no tenían ningún afecto o vínculo genuino: él era su brazo para vengarse.

Sin embargo, las cosas parecían haber cambiado ahora. Por primera vez, Huan En encontró algo que realmente despertaba su interés, algo que quería agarrar con sus propias manos.

Su padre, centrado únicamente en eliminar cualquier obstáculo en el camino de la venganza, nunca había inspirado tal sentimiento en Huan En hasta ahora - realmente un dilema.

Mientras tanto, Xiao Bao, reflexionando sobre su elección de palabras, dobló una esquina y se quedó paralizado ante la visión de una escena increíblemente hermosa, como si se hubiera quedado clavado en el sitio, incapaz de moverse.

Los árboles de osmanthus se agrupaban, adornados con frondosas hojas entre las que crecían tiernas flores amarillas de osmanthus. Los pétalos, delicados y pequeños, eran atractivos, suaves y tiernos. Su fragancia era fuerte pero no abrumadora, clara y hermosa, que refrescaba el corazón y el alma. Acababan de empezar a florecer y, en unos días, su aroma sería aún más intenso.

En la mansión Jin, los osmanthus, todos antiguos, extendían sus frondosas ramas y hojas, proyectando grandes sombras en el patio al mediodía. A través de la luz y las sombras, se podían vislumbrar las exquisitas formas agrupadas de las flores de osmanthus.

Una persona estaba bajo el árbol, con su perfil perfilado contra él, sus mangas de hada ondeando, su pelo sedoso como tejido con los hilos más finos. La ligera inclinación de su cuello dibujaba líneas elegantes y refinadas, su piel pálida como la nieve y sus pupilas oscuras como la tinta. La expresión de sus ojos era fría, inspiraba asombro y al mismo tiempo conmovía los corazones.

Este año, las flores de osmanthus habían florecido antes de lo habitual. En el pasado, esperaban hasta el Festival del Medio Otoño. Xiao Bao pensó que tal vez habían florecido antes por el bien de Huan En.

Históricamente, Li Qingzhao había alabado el osmanthus, diciendo que no había necesidad de ningún otro color cuando el osmanthus era la más fina entre las flores. A los ojos de Xiao Bao, Huan En era incomparable en belleza y excelencia en literatura, estrategia y artes marciales, realmente uno entre un millón. Entre todas las bellezas impresionantes del mundo, Huan En era sin duda la mejor.

Estar tan íntimamente relacionado con alguien como Huan En hacía que Xiao Bao dudara a veces si estaba soñando. Si no fuera porque su desgracia se convirtió en una bendición y aprovechó la oportunidad antes de tiempo, Huan En podría no haberle dedicado ni siquiera una segunda mirada hasta el día de hoy.

Huan En giró lentamente la cabeza bajo el árbol, con sus profundos ojos mirándole sin pestañear.

Después de que su último encuentro terminara con una nota amarga, Xiao Bao se sintió algo incómodo. Pensó que lo mejor era complacerle desde el principio, así que con expresión soñadora le dijo: — Huan En, eres realmente hermoso.

•Blooming Flowers, Silent Sorrow• Traducido al español. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora