22: Incertidumbres

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¡Hermione!

Se escuchó el grito en medio de la estancia, Draco abrió sus hermosos ojos grises y se incorporó de la cama, no era la voz de su hija, era una voz masculina y gruesa, se quedó en silencio, mirando todo a su alrededor…

Al mismo tiempo Hermy se levantó de golpe ¿Draco la había llamado? Se levantó al instante y se puso la bata encima de la pijama, salió de su habitación y se quedó sin habla… cuando lo vio… la sonrisa burda de Ron la acompañó en ese momento y se paralizó

-¡Hermione! – Corrió hacia ella, la estrechó en sus brazos y le besó los labios, ella estaba como una estatua - ¡Mi amor!

Por un momento Hermy se quedó sin habla…

Parpadeó intentando comprender la situación ¿Qué hacía Ron ahí cuando aún le faltaban tres días para que terminara la cuarentena? Sus manos temblaron y sintió un frío terrible

-¡Mi amor! por fin los sanadores levantaron la alerta, por eso vine de inmediato, ya quitaron los sellos sanitarios y puedes irte de este maldito lugar

-G-grandioso – Masculló la castaña confundida

-¡Vístete, nos vamos de aquí!

-¡Ron, mi ropa, mi maleta!

-¡Solo cámbiate de ropa, que por la maleta no te preocupes, ya después enviamos a alguien por ella!

Hermione no carburó, como zombi fue a cambiarse, no sabía que hacer, miles de cosas pasaban por su cabeza, cuando salió de la habitación, aún la confusión era horrible, sobre todo cuando Ron la tomó del brazo y la jalo hacia la estancia y se encontró con el rostro de Draco, quien frunció las cejas

-La cuarentena se suspende – dijo el pelirrojo de mal modo – así que me llevo a mi mujer

Draco sintió que la rabia lo invadía “¿su mujer?” respiró profundo y le lanzó una mirada furtiva a Hermione, quien lo miraba azorada, sin decir una sola palabra, pero luego él tomo su actitud fría, era obvio que ella no le diría nada a Ron, así que él se mordería su lengua

-Por lo menos debiste tocar la puerta… no abrir y entrar así, invadiendo mi propiedad – gruñó el rubio intentando controlar su rabia

-Los sanadores vendrán a hacer las investigaciones pertinentes, yo solo vine por mi novia… vámonos Hermione

Ella le lanzó una mirada desesperante a Draco quien permanecía impasible…

“Cobarde”

Pensó el rubio justo cuando apareció Wynne y miró a todos en la estancia, la preciosa niña rubia notó que ese hombre de pelo rojo tomaba del brazo a Hermione con firmeza y luego, a un costado miró a su padre.

-¿Papi? – Preguntó murmurando

-Hermione Granger, se va – Respondió Draco – Dile adiós…

-¿Q-que? – Brincó - ¡No te puedes ir Hermione! – Chilló la pequeña

-Compórtate Wynne – Dijo Draco con severidad y controlando el tono de su voz – La señorita Granger se va y punto…

-¡Pero yo quería que fuera mi mamá! – soltó Wynne de pronto y Draco palideció, Ron entornó los ojos y Hermy sintió que el mundo se le caía encima. Claro que Ron lo tomó de otra manera, finalmente ella era solo una dulce niñita

-Oye niña – se inclinó Ron hacia ella – Ella, Hermione, es mi novia, se va a casar conmigo y tendrá a nuestros propios hijos, por lo que no puede ser tu mamá… si creíste que por estar aquí, lo sería, pues no… lo lamento pequeña

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora