61: Chocolates dulces... Puros amargos

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Unos meses de infierno para unos…. Otros meses de ilusiones y color de rosa para otros, pero dio la casualidad de dos tremendos acontecimientos… El mismo día que Luna tuvo a su hija, Lavender entró en labor de parto, aún le faltaban dos meses, pero tantas tensiones la hicieron adelantar el parto…

Tate había entrado a atender a Luna por supuesto, la cual pese a su aparente fragilidad, tuvo a una hermosa niña, de piel morena y cremosa (Con exuberantes ojos azules aunque no se dejaran ver en ese momento) con el cabello muy rizado y negro como boca de lobo

-¡Oh, es hermosa! – Susurró Blaise al tener en sus brazos a esa preciosa niña del color del chocolate con leche, porque no había salido tan morena como su padre, si no en un tono menos oscuro - ¡Mírala amor, es una niña preciosa!

-Si – susurró Luna tomándola en sus brazos – Es hermosa…

La labor no había sido sencilla, pero había sido impresionante lo que había resistido sin llorar, protestar o maldecir a Blaise, se había portado como siempre se había pensado de ella, valientemente

Por otro lado, para Lavender fue tremendamente doloroso, porque a pesar del proceso irremediable del trabajo de parto que no era posible ser frenado, ella no dilataba lo necesario para que el bebe pasara, así que todo lo que le dieron, le causó tremendos estragos

Casi al borde del fallecimiento, Lavender logró pasar a su bebé, el cual tuvo que ser inmediatamente que ser puesto en una burbuja protectora debido a su prematures, aunque en apariencia se veía dentro de lo que cabía bien, había pesado y medido ligeramente debajo de lo normal

-Fue un niño, Lavender…

-¿C-como está mi bebé? – Susurró Lavender sudada y cansada, aparte de adolorida - ¿Cómo está mi hijo?

-Nació muy pequeño, pero no es nada que no se remedie… cuando te sientas mejor lo podrás ver, ahora tiene que estar en la burbuja incubadora para evitar algún daño, sus pulmones están inmaduros…

-¿Pero estará bien? – Preguntó llorosa

-Por supuesto y es precioso, ya lo verás…

Una hora más tarde, Tatum escribía unas indicaciones a Blaise, quien había repartido enormes bombones de chocolates y platicaba animadamente con el sanador, hasta que de pronto entró Tay, aún había tensión porque ella no lo perdonaba por la ofensa y el nunca le había pedido disculpas

-¡Tatum!

-¿Qué pasa Tay? Estoy ocupado… Blaise acaba de ser papá

-Y tú también – Gruñó Tay

Tatum alzó la vista y su hermana lo miraba con ojos de pocos amigos – Comenzó con los dolores en cuanto saliste para atender a Luna, me fue imposible detener el parto y tuve que inducirla

-Aja

-El bebe nació dentro de lo cabe, con el peso límite, pero estará en observación por ser prematuro y…

-¿A quien pretenden engañar? – Masculló Tatum

-¿A que te refieres?

-¿Sietemesino? ¡JA! ya decía yo que todas eran patrañas ¡Ese niño tiene nueve meses lo que es más indicio para que no sea mío! Y si nació en malas condiciones es porque la madre es una mala sangre…

Blaise se sintió terriblemente incómodo, pero no puso zafarse y tuvo que escuchar ese pleito familiar, pero Tatum definitivamente no perdonaba a Lavender, el moreno aún no sabía con exactitud porque odiaba a su esposa pero se notaba que le había dejado una herida muy profunda

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora