Un Dragón bajo la tormenta

13: Besos que matan

-No te ves muy contenta Ginny – Comentó Tammy a la pelirroja quien tenía una carita de pocos amigos

-Harry me dejo plantada de nuevo

-¿Cómo?

-No quiso venir conmigo, porque tiene mucho trabajo que hacer en el ministerio – Bufó y bebió un buen trago – Y yo que dejé por fin el quiddicht por él, porque pensé que ya iba siendo hora de que los dos…

-Siempre puedes volver, eres buena jugadora

-No, ya no… Además ya tengo un trabajo, aunque a mí no me quita tanto tiempo como a mi novio

-¿Y que piensas hacer?

-No lo sé, quizás hablar seriamente con él… no quiero obligarlo a nada, porque no terminaría en nada bueno

-Ya muchos rumoran sobre los dos…

Ginny frunció sus labios y la música se dejaba escuchar, siguieron bebiendo unos cuantos cócteles más, mientras la fiesta se acrecentaba, la pelirroja vio con desagrado como Ron llegaba bien ataviado y de inmediato se iba con un grupo de chicas con las cuales se la pasaba muy divertido

-Tu hermano no pierde el tiempo, creo que ya ni se acuerda de Granger

-Ella tuvo la mala suerte de caer en cuarentena por culpa de Draco Malfoy, nos escribimos casi a diario, menciona que se la pasa muy aburrida y solo cuenta los días para salir

-Y cuando salga, no creo que este muy contenta cuando se entere en que anduvo su novio…

Las copas iba y venían, Gin veía a las parejas contentas, bailando, besándose, su hermano entre tres chicas haciendo estupideces, a ella nadie le decía nada, era la novia de Potter, así que el bendito letrero de “Prohibida” estaba tatuada en su piel

-He notado – dijo Tammy al regresar junto a ella después de una sesión de baile – que hay un cierto moreno que no te quita la vista de encima

-Que novedad…

-¡Lo se! Pero no es la primera vez… siempre que tu vienes, el acude, coincidencia o no, pero yo creo que le gustas enormidad

-¿Lo conoces?

-Tu también… Es Blaise Zabini, un slytherin…

Ginny no se volvió a verlo, pero en uno de sus tantos movimientos, le echó un vistazo y fue fugaz, pero sintió claramente como esos ojos oscuros del moreno se clavaban en ella con insistencia… no es que lo conociera bien, pero sabía quien era, uno de los pocos slytherin agraciados físicamente que había.

-Te mira como si fueses un trozo de carne y el un depredador… no cabe duda que el tipo se ha puesto bastante guapo, bueno, siempre lo ha sido. Me da mucha curiosidad

-¿Por qué?

-¿Qué se sentirá besarse con un chico malo? – Sonrió Tammy agitando su copa mientras que Ginny bebía la suya (Y quizás deberían preguntarle a Granger) – Yo creo que ellos podrían enseñarnos cositas prohibidas

-¡Tammy!

-No puedes dudar que es excitante…

-Ese hombre, apoyaba a los mortífagos y a Draco Malfoy, odia a los hijos de muggles y a los muggles…

-Y ahora, Hermione, está viviendo con uno

-Vive en su casa, más no con el… ¡Por Dios! Hermione jamás vería de otro modo a Draco Malfoy, ama a mi hermano, asi que no te imagines tonterías Tammy…

-Si tu lo dices – Sonrió la muchacha, pero claro que… Draco seguramente había regresado más papacito que nunca, así que no dudaba que estando tanto tiempo encerrada con el, muchas cosas pasarían.

En tanto en el departamento de Malfoy, éste terminaba de arropar a Hermione y le pasaba al pócima revitalizante, por lo menos el murtlap había echo efecto y poco a poco los moretones iban desapareciendo.

-Con la pócima, te sentirás mucho mejor, he tenido que hacer hasta lo imposible para que Wynne no te molestara el día de hoy, pero seguramente mañana te vendrá a visitar

-OK…

-¡Ah! Se me olvidaba – sonrió de repente el rubio y se volvió sacando algo de entre sus ropas y se lo mostró a Hermione – Mi hija quería devolvértelo, menos mal que solo tiene cinco años… o tendría que explicarle que a mi, la ropa interior femenina, me gusta quitarla, pero no ponérmela

-¡Oh!

-Pero como ya no habrá otra vez, entonces solo fue un incidente que no se repetirá

Hermione no dijo nada, tomó su sostén dejándolo a un costado de la cama, mientras que terminaba su pócima, mientras que Draco salía de la habitación, claro que en esos momentos ella solo pensaba en lo que Draco le había dicho, que ya no volvería a acostarse con ella.

¡Bueno! Esta bien, con una sola vez bastaba ¿Qué más quería? Ya Ronald tenía puesto bien los cuernos, así que… dudó… ¿Nunca más? Draco le había dicho que aún le faltaba mucho que aprender pero si ahora le decía que no más sexo ¿Entonces? El engaño para con Ron había comenzado y terminaba

Regresando a la fiesta de la real sociedad mágica, Ginny ya había tomado demasiados cócteles, había discutido con su hermano, pero mejor lo había dejado en paz, finalmente, un poco mareada, había ido al baño, los sanitarios para hombres y mujeres quedaban uno al lado del otro

Justo cuando ella salía, se tropezó con un conocido desconocido, alzó la vista y contempló por un momento, los ojos pardos de Blaise, esa mirada altiva y de temple de acero, aquella que portaban todos los slytherin que eran orgulloso sangre limpia. El muchacho la miraba con intensidad, ella contempló todos sus rasgos

Su piel morena era impresionante, su rostro estaba limpio de imperfecciones, sus labios eran generosos, y el cabello corto, aparte la ropa que llevaba puesta era impecable y fina, desprendía una suave loción masculina y sin duda, el muchacho tenía un rostro altivo y varonil.

-Weasley – Murmuró y Ginny sintió que se perdía en sus ojos y sus labios

Medio aturdido entre los cócteles y el ambiente, sintió como la figura de Blaise la pegaba a la pared, ella no respiraba ¿Qué estaba pasando? Bueno… lo supo cuando los labios del moreno se pegaron a los suyos, cuando la invasión de los labios gruesos se apoderó de su boca

Cuando ese hombre la besó de modo maravilloso y sugestivo, cuando sus lenguas se enredaron mágicamente convirtiendo ese beso en algo erótico y apasionado, suerte que en ese momento nadie andaba por los sanitarios, lo cual era extraordinariamente extraño… o seria el acabose que vieran a Gin besándose con otro

Pero es que de pronto, ese beso parecía serlo todo para ella, no pensó en Harry ¡Es que él no la besaba de ese modo tan sensual! Podía juguetear con su lengua cuando con el otro a duras penas y solo unos segundos, pero con Blaise, parecía que quería comerse su boca y luego no faltó que la pegara a su cuerpo

Se iba a perder… se iba a perder… pero era culpa de Potter, de no prestarle atención a su mujer, la cual, en una noche de copas, se estaba perdiendo así mismo, porque para su desgracia, Zabini le estaba dando cátedra de lo que hacía un slytherin…