Un Dragón bajo la tormenta

5: Bajo la regadera

Poco a poco, durante la semana siguiente, Draco mejoraba notablemente, Hermione atendía a ambos mientras contestaba miles de cartas que aparecían volando por la chimenea… por un lado llegó a sentirse como una esposa típica abnegada y sacrificada atendiendo a un esposo enfermo y a una hija

Pero el no le decía una sola palabra, salvo para preguntar por su hija, aceptaba todo lo que Hermione le daba sin chistar y de su boca no se escuchó decirle una palabra ofensiva, aunque Hermy pensaba que era por su debilitamiento y en cuanto se sintiera mejor, sería el mismo

Emitió un suspiro cuando leía la doceava carta de Ron diciéndole que estaba haciendo todo lo posible por sacarla de ese sitio antes que el tipejo nefasto la contagiara de algo, pero es que por otro lado, había ciertas tareas que la elfina no podía hacer…

Luego que Wynne la seguía a todos lados cuando estaba despierta, ya que finalmente había tomado una habitación alejada, a la niña le gustaba subirse al tocador y contemplar su cepillo, su polvera, los perfumes y cosméticos, le gustaba verla arreglarse…

Pero un medio día, cuando tenía que darle las pociones correspondientes a Draco, se encontró con que no estaba en cama, eso la sorprendió, no lo había visto en los pasillos y Wynne estaba dibujando en la sala ¿Dónde podría estar? Pensó lo peor, pero de pronto escuchó ruido en el baño

Asustada y sin pensarlo, se metió al baño y se quedó sin habla…

Draco se había metido bajo la regadera, dejando la puerta abierta, por lo que el agua salpicaba por todos lados al caerle sobre la cabeza, su pelo y recorrer su cuerpo… desnudo…

El rubor tiñó las mejillas de Hermione al verlo así… sobre todo por… porque es imposible que nuestros femeninos y decentes ojos no vuelen a mirar salva sea la parte masculina aunque luego los cerremos con fuerzas

-¡Malfoy, no deberías estar bañándote así! – Dijo con dificultad mientras desviaba la mirada

-Estoy harto de los baños de esponja que me da la elfina – protestó el rubio – necesito quitarme toda esta mugre de dos semanas….

De reojo vio con dificultad que no podía asearse por completo, aún las fuerzas le faltaban, por lo que haciendo acopio de toda su fuerza, dio un paso y tomó el jabón y la esponja para tallarle la espalda…

El rubio se quedó quieto mientras que ella comenzaba a pasarle la esponja jabonosa por su larga espalda blanca, procuraba no mirar su trasero, pero era otra tarea imposible ¡Joder! ¿Ahora tenía que bañar a Draco Malfoy? ¿Ahora tenía que estarle mirando el trasero y otras cosas?

-¡Hermione! ¡Papi! – de pronto entró a la habitación gritando porque de pronto no veía a ninguno

Hermy iba a salir cuando ella entró al baño y los miró… por un segundo, la castaña sintió que la habían cachado haciendo algo malo y se ruborizó al extremo ¿Qué explicación le iba a dar a Wynne?

-Jajajaja – soltó Wynne a reír mientras los miraba dentro de la regadera

-¿Qué pasa mi amor? – Preguntó Draco como si nada

-Creo que ya estas muy grandote como para que Hermione te esté bañando papi

Como pudo, Hermy salió de la regadera, mientras que miraba azorada el rostro divertido de Wynne, quien al parecer, ya en otras ocasiones había visto a su padre así como estaba, porque no le asustaba nada, al contrario se reía de ellos porque lo habían tenido que bañar

-Todavía no puedo solo hija – sonrió Draco – A la otra me baño en la tina para que tu me bañes

-¡Si papito!

Hermione se iba a retirar, sobre todo al ver que el rubio volvía a abrir el grifo y el agua volvió a recorrer su cuerpo jabonoso, ella tragó saliva e intentó mirar a otro lado ¿Qué le estaba pasando? ¡Además el cuerpo de Draco no era la gran cosa! Estaba delgado, algo musculoso eso sí, pero nada del otro mundo… su trasero no era tan grandioso, su piel estaba más pálida que nunca.

Y bueno, además no era el primer hombre al que veía desnudo dado que Ron y ella pues… bueno…

-¡La toalla! – Brincó Wynne - ¡No te vayas Hermione, la toalla! – Y la niña fue veloz para ir por una toalla y dársela a Hermione

-¿Qué? – Masculló Hermy cuando se la pasó

-¡Para que seques a mi papi!- Sonrió ella

-Nena, creo que el puede hacerlo solito – gruñó disimuladamente

-¡Pero se puede lastimar!

Hermy miró ese hermoso rostro infantil, esos rizos rubios que le caían como cascadas de miel hasta la cintura, la sonrisa sincera e inocente, el brillo en sus ojos grises ¡Maldición! ¿Cómo negarle hacer eso a la criatura?

Se volvió a mirar Draco el cual se había vuelto y ella no pudo volver a mirarle el… bueno… cuando alzó los ojos y vio que Draco se había dado cuenta claramente a donde había mirado primero, medio sonrío traviesamente y alzó una ceja de modo coquetamente sarcástico.

-¡Vamos, sécalo! – Urgió la pequeña

¡Jodida escuincla! (en el buen sentido)

Hermione no pudo odiar mucho a Wynne en ese momento porque simplemente no quería hacerle un desaire y verla llorar, le pasó la toalla por el rostro de Draco, cuyos ojos grises se oscurecieron, contemplando con más lucidez a la castaña, ella paso la toalla por su pecho y ahí se detuvo

-Gracias – dijo Draco sosteniendo la toalla y rozando sus manos…

Jamás en su vida hubiera pensando eso Hermione, de sentir una especie de electricidad recorriendo en ese momento sus dedos, sus manos y el resto de su cuerpo, fue tal su sobresalto que dio dos pasos atrás, al momento que el enrollaba la toalla en su cintura

-¡Hay que prepararle a mi papi una leche tibia, vamos señorita! – Saltó la niña de pronto y le jalo de la mano para que fueran a la cocina

Durante la sencilla y obligada tarea de calentar un poco de leche y poner galletas en un plato, Hermione no podía quitarse de la mente el cuerpo de Draco, le había visto hasta las amigdalas… se acordó de Ron, aunque éste era más robusto, su vida sexual no era la mejor, puesto que solo cuando éste se sentía ansioso, hacían el amor, pero cuando ella era la ansiosa, la ignoraba por completo

Le dolió comprender en ese momento que solo él se satisfacía ¿Y ella? ¡Era una chica con necesidades! Y todo eso salía a relucir porque había mirado el cuerpo delgado de Draco Malfoy como si fuese un suculento platillo ¡Ay por favor! ahora resultaba que hasta el rubio le parecía atractivo ¿Tan desesperada estaba?

-¡La leche! – Gritó Wynne cuando vio que se iba a tirar al estar ya  hirviendo y la castaña en las nubes

-¡Ay no! – Susurró al tiempo que le apagaba el fuego, si había dicho tibia, no hirviendo

Sirvió un poco al enfriarla, con unas galletas, se las dio a Wynne para que ella fuera quien se lo diera a su padre, pero al entrar a su habitación, éste estaba dormido profundamente sobre la cama, solo con los pantalones de tela puestos

-¡Se durmió! – Chilló la pequeña

Pues si, era obvio en cierto modo, puesto que el esfuerzo por bañarse con el agua tibia le había cansado y había sucumbido al sueño… mientras la niña dejaba el platón con la leche y las galletas, Hermione le acomodó las sábanas y la almohada, procurando dejarlo en buena posición para evitar que se lastimara

-Oye señorita Hermione…

-Dime Hermione o Hermy simplemente, Wynne

-¿Por qué no te casas con mi papá? – Le pregunto inocentemente y la castaña se quedó muda ¿Cómo explicarle ese tipo de cosas a una niña de cinco años?