36: Difícil de perdonar

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Hermione se quedó en el lobby, con los ojos enrojecidos y un semblante pálido, temblaba, pensaba que iba a aguantar, pero no fue así, al momento del contacto real, el dolor brotó y ella se sintió terriblemente traicionada y abandonada, no podía evitar que las lágrimas le fluyeran como ríos por sus ojos enrojeciéndolos e hinchándoselos

-¿Hermione? - De pronto apareció Tatum - ¿Que te pasa?

-¡Oh!

-¿Estás bien? - Se acercó a ella y le tomó de la mano para checar el puso ya que la notaba temblorosa - ¿Porque estás así? ¿Te sientes mal?

-N- No, no Tatum, todo está bien - Borbotó

Cuando Draco apareció y vio esa escena, de aquel hombre alto y agradable a la vista, tomando su mano y el mentón de Hermione, hizo un gesto y su aspecto se puso fiero y serio ¿Como ese sujeto toqueteaba a Hermione con tanta familiaridad? Rabiando se acercó a ellos y la castaña notó la molestia de Draco

-No te atrevas - le dijo en seco al rubio y se detuvo al tiempo que Tatum se volvió

-¿Tu esposo? - Murmuró el sanador

-Si - Bufó con desgano - ¡Y lo único que necesito es un ataque de celos! - Chilló

Draco vaciló, pero advirtió la ironía en la sonrisa breve de aquel sujeto e imaginó que si decía algo, sería usado en su contra, por lo que guardó la compostura y se torturó al ver las manos de ese hombre deslizándose por los brazos de su mujer.

-Hermione, en su estado, lo que menos necesita es disgusto y llanto innecesario, debe estar feliz por su bebé, no estresada ni molesta - Dijo Tatum volviéndose al rubio - Soy Tatum Asiaín, Sanador del barco en donde viene su esposa – y alargó el brazo que había tocado a Hermy en señal de presentación

-Aja - Asintió incómodo y saludó rápidamente

-No la ha pasado bien en el viaje, pero ella insistió en seguir, es una mujer admirable, intentaba alcanzarlo...

Draco parpadeó y eso lo hizo sentir mal, Tatum sonrió lleno de ironía, claro, era obvio que algo pasaba entre esos dos

-Hermione, el barco parte mañana, yo estaré en el barco por si me necesitas

-Espero verte en Londres - dijo Hermione

-Claro, espero ser yo quien reciba a tu hijo - y se volvió hacia Draco - Con su permiso...

Draco asintió con cortesía pero sin decir una sola palabra... bueno una para el hubiese sido "idiota", Hermione se sentó en el sillón y se acomodó, no se sentía bien, tanto disgusto la estaba martirizando

-Perdóname - susurró Draco sentándose a su lado - Actué sin pensar...

-No te lo mereces - dijo ella con pesar

-Es que... temí por la vida de mi hija ¡Ron dijo que no le importaba que fuera una niña, que ser una Malfoy era suficiente!

-¡Pero sabes que Ron es un tonto inmaduro! ¿A poco crees que yo iba a dejar que le hiciera algo? Lo de Wynne fue un accidente... Pero ahora voy a ser mamá ¿No crees que con eso tendré más que suficiente para cuidar más a tu hija y al que viene en camino?

El rubio tragó saliva

-Tienes que confiar en mí... tienes que dejarme entrar en tu vida... o de plano dime que no es así y te dejo seguir tu camino... me puedo regresar a Londres y olvidar que existes

-No, yo no quiero eso, yo no quería eso

-Draco... quiero estar contigo siempre, pero si tu no me dejas ¿Como puedo luchar?

-Yo te amo  - Susurró el rubio

-Demuéstramelo - Protestó ella sin dejar de llorar

-Te juro que te lo demostraré pequeña

-Mas te vale, pero de una vez te digo que estarás castigado, porque no me tendrás hasta que yo crea que me mereces de nuevo…

-Lo que tu digas amor…

Draco le limpió los ojos, el hermoso color chocolate estaba opaco, con enrojecimiento, ya hasta hinchados, hipaba, el la abrazó con mucho fervor y le acarició su largo cabello castaño, las estrechó en sus brazos y le besó la frente ¿Como iba a dejar que se fuera de su lado la mujer perfecta? la que tenía un derechazo de campeonato, la que por el solo hecho ser la impura que había conquistado al ser más arrogante del mundo que era él, era una heroína.

Le besó los labios con presteza y ansiedad, con hambre de su calor y de su pasión, mientras que con una mano libre, acariciaba el pequeño vientre abultado, en donde crecía el fruto de su amor, ella se dejó querer, de todos modos estaba muy cansada, el llanto la había debilitado y quería descansar.

Draco la levantó en brazos y la llevó a su recámara, para que durmiera, cosa que hizo al instante en el que el la arropó, puesto que cerró los ojos y no supo nada más, luego el fue a vigilar a Wynne, pero seguía durmiendo, así que por el momento, se quedó con Hermione, velando su descanso e imaginando que el pequeño o pequeña que crecía en su vientre, seguramente nacería o con cabello o con ojos del color del chocolate avellana.

En un momento dado, bajó al lobby y fue cuando Wynne despertó y miró a todos lados, su padre no estaba por ahí rondando, se estiró y salió de su recámara poniendo los ojos redondos al ver a aquella mujer sobre la cama, se acercó despacio ¿Era un sueño o su nueva mami estaba ahí? lentamente subió a la cama y tocó casi con delicadeza el rostro de Hermione

Era real, se sentía real, no parecía ser una mami de mentiras, era una de verdad, le acarició su pelo y fue que Hermione entreabrió los ojos y vio a la preciosa muñeca rubia de desparpajados cabellos que le miraba como si ella fuese una princesa de cuentos de hadas.

-Hola mi amor - susurró Hermione

-¡Mami! - Sonrió Wynne - ¡Estás aquí!

-Y ya no nos separaremos - Sonrió Hermione

-¿Ya no me vas a dejar verdad? Ya perdí una mami… no quiero perder otra

-Claro que no… tu padre no permitirá esta vez que nos separemos

-Te quiero mucho… mamá – susurró Wynne y los ojos de Hermione volvieron a llenarse de lágrimas y le acarició su rostro para luego, ofrecer sus brazos y ella se lanzó encima

Las dos se abrazaron y Wynne se acomodó en el regazo de la castaña, hasta que Draco regresó y sonrió de modo culposo, al verlas así, como madre e hija, abrazadas... en ese momento se prometió así mismo, a jamás separarlas, porque Wynne y Hermy se habían amado, desde el primer día de su encuentro...

-¡Papi, mami está aquí!

-Claro que si mi amor…

-Además, tenemos algo más que decirte Wynne – sonrió Hermione hipando

-¿Qué cosa?

-Vas a tener un hermanito…

-¡Oh! – Gimió la pequeña mirando con esos enormes ojos grises a Hermione - ¿Voy a tener un hermanito con quien jugar?

-Claro que sí… en unos meses más

-¡Que emoción, papá ya plantó su semillita en tu barriga mamita! Voy a tener un hermanito… ¿Cuándo, cuando?

-En unos… meses – Dijo Hermione mirando como Wynne se inclinaba para palpar el abdomen y vientre de su mami, buscando indicios, mientras que ella miraba a Draco interrogante

-No le iba a decir mentiras a mi hija de que un bebe lo trae una cigüeña

-Aun no me tienes tan contenta – gruñó la castaña.

Draco asintió, pero pensaba compensarla esa noche, con una buena dosis de amor, sabía cual era la debilidad de Hermione y ella no se resistiría a sus besos y caricia aunque dijera que no quería acercamiento con el…

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora