94: Mi cuerpo te extraña, amor

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¡Y como no iba a estar la madrina toda destrampada! Si el niño se ponía a jugar naipes explosivos y todos les explotaban en la cara a Mione con tal de que al príncipe Malfoy no le pasara ni un solo rasguño o bueno, jugando "Duelo de magos" en los jardines, entre los rosales y la pobre estaba toda raspada, con la ropa desgarrada por las espinas de los rosales, siendo atacada por todo tipo de cosas que Scorp le aventaba diciendo "¡Hay va un espeliarmos,PUUMM!" y con tan buen tino en la cabezota de la madrina

Y bueno, la que no se quedaba atrás era Salesia, con la dulce y tierna Victory, la chiquita tenía la bonita maña de hacer pasteles de lodo con rica cubierta de pasto y luego intentaba que su madrina le diera una probadita ¡Bueno! Seguramente las lombrices estarán más que felices de consumir esos alimentos deliciosos, así que era muy común verla toda enlodada de la blusa y corriendo tras de Tory con el gel desinfectante para sus manos llenas de tierra

Así que mirar a las madrinas echas un asco, eran señal de que el resto de sus críos, estaban más sanos que nunca, por lo que no había más que decir o pedir, los estaban cuidando demasiado bien...

Draco llegó a contarle lo sucedido... Ella tampoco podía entender cómo es que Ginny y Ron hubiesen podido hacer tal cosa por despecho, ella los consideraba leales ¿Que les había pasado? El odio de Ron hacia ella por dejarlo por Draco no podía ser tan cruel como para idear o desear tal barbaridad

Pero estaba hecho y confiaba en que el Consejo de Magos les diera el castigo correspondiente, finalmente, tampoco es que hubieran grandes pruebas en su contra, solo esperaban que ellos mismos confesaran su crimen, o de lo contrario, entonces, seguramente Draco, Blaise y Tatum no se quedarían de brazos cruzados

Seguramente, al igual que ella, Harry se sentía agobiado y atado de manos...

Las buenas noticias la dio el sanador, que dijo que en una semana menos de lo previsto, las daría de alta y podrían entonces convivir con sus criaturas y sin necesidad de continuar con la odiosa cuarentena, de hecho Hermione lucía sonrosada y con un buen semblante, al igual que Wynne, el color volvía a sus rostros

Wynne fue la primera en dejar el ala de la cuarentena y así por lo menos, ser consentida por sus hermanitos quienes la adoraban tanto que hasta hacían pocas travesuras con tal de que su hermana mayor no se enojara con ellos, al menos para descanso de las madrinas quienes seguramente llegaban a sus casas todas amoladas pidiendo masajitos de quien fuera

Hermione salió de la tina después de tomar un refrescante baño de burbujas largo y delicioso, su cuerpo sin duda, debía estar oliendo bien después del perfume de baño puestos en el agua, envuelta en una toalla doble, en la cabeza y en el cuerpo, al salir sonrió de solo ver a Draco, sentado en el sillón, con sus aires de gran señor, mirándola con intensidad

-¿Te sientes mejor? - Preguntó Draco sonriendo

-Por supuesto - Murmuró sin dejar de mirarle - Te ves hermoso...

-Yo siempre - Respondió Draco alzando una ceja y mirándola con un tono coqueto

-Aunque siempre he querido asolearte desnudo en el techo

-JA - Soltó si risotada

-Para que se te quite un poco ese color de cera que tienes...

-Con todo y eso, yo te enamoré...

Hermione sonrió y se soltó la toalla de su cabeza, dejando su pelo castaño húmedo caer sobre sus hombros un poco revueltos, lo agitó un poco salpicando gotas de agua a Draco que permanecía contemplando a su esposa como si fuese la primera vez que le viera

Y luego ella se quitó la otra toalla y se paseó desnuda por el frente de Draco, demostrándole que a pesar de todo, aún tenía todo puesto en su lugar, que la maternidad la había respetado y la firmeza milagrosamente estaba presente, luego caminó hacia el tocador y se sentó en el banquito, para ponerse crema en su piel

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora