Un Dragón bajo la tormenta

60: ¡Bienvenidos leoncitos!

-Felicidades Harry… tienes una hija preciosa – Le dijo Tatum a Harry dándole a su hija para que la cargara en brazos, mientras Mónica sudaba en sudor y en lágrimas después de tan laborioso parto – Y un hijo también…

-Gemelos – Tragó Harry saliva, lívido ¿Quién lo hubiera imaginado? Niño y niña y se volvió a ver a la hermosa madre de sus hijos que por fin descansaba - ¿Cómo te sientes amor?

-¡Con razón se adelantó el parto! – Gimió la pobre mujer

-Los gemelos nunca llegan a termino, la mayoría nace a los siete meses, que llegaran a casi los nueve me asombra y en perfectas condiciones aún más

-Gracias Tatum – sonrió Harry con un poco de más calma, al tiempo que las enfermeras les quitaban a sus hijos para arroparlos mejor y luego volver a dárselos para que los presumiera

-J-jamás pensé que eran dos – susurró Mónica

-Es por la posición en la que estaban, por eso no se apreciaban que fueran dos

Harry miró a sus dos pequeños siendo limpiados por las enfermeras, sus pielecitas blancas eran perfectas, los dos poseían el cabello más negro que la noche, como el de él, después abrirían perfectamente esos ojos y verían de que color eran, el par de muñequitos con sus mejillas sonrosadas y peso perfecto, no necesitaban quedarse en San Mungo.

Tatum salió de ahí, dejando a un estudiante para que terminara, finalmente Moni estaba en perfectas condiciones, el fue a su consultorio y cuando entró se llevó una sorpresa…

Un par de largas piernas conocidas estaban apostadas sobre la camilla de exploración y el resto del curvilíneo cuerpo, era de Pansy Parkinson, quien fumaba y le miraba con una pose de mujer sensual y de éxito

-Hola mi amor – sonrió Pansy con ese sugestivo labial rojo en sus labios…

-¿Qué demonios haces aquí? – Espetó Tatum

-A mi también me da gusto verte

-¡Vete de aquí! Lo que menos esperaba era verte

-Lo se amorcito, pero durante nuestro compromiso la pasamos tan bien… aún recuerdo lo ardiente que puedes ser en la cama… eres el único hombre que conozco, que me ha dado un placer tan intenso y enloquecedor, por ti supe lo que era un orgasmo

-¿Si? Pues que pena me da tu caso – gruñó – Vete por favor…

-¡Pero cariño! Ya estoy aquí, deberíamos portarnos mal…

-Estoy casado – mostró su anillo

-¿Y eso que? – Se mofó – Ya supe que te casaste con esa gorda insulsa de Lavender Brawn ¿Cómo te pudiste casar con ese costal de papas?

-Cierra la boca…

-Y lo peor – susurró poniéndose en pie y mostrando su escultural cuerpo – Que era amante de una cosa asquerosa como un Weasley… eso no dice mucho de su… inteligencia… ya que éste andaba con la estúpida sangre sucia de Granger

-No quiero oír tus idioteces

-Claro que no mi vida… yo solo quiero recordar viejos tiempos – se acercó peligrosamente y sin decir agua va, le plantó tremendo beso en los labios, Tatum no correspondió al beso, pero ella se restregó todo lo que pudo

-¡Basta! – la apartó de él con brusquedad

-Y ya supe que tu mujer está embarazada… dime una cosa Tatum ¿Es tuyo ese hijo? Basados en la evidencia, para mí que te están enjaretando hijo ajeno, pero cuando salga pelirrojo, espero que lo dejes en donde debe estar… en un bote de basura como el desperdicio que es…