30: Una lunática

354 28 0
                                    


En el primer puerto, hubo lo de siempre, descenso y ascenso de pasajeros, la monotonía se apoderaba de Draco quien extrañaba mucho a Hermione, tenia sobre su escritorio muchas cartas sin enviar en donde le pedía perdón y le suplicaba que lo alcanzara… pero su cobardía le impedía enviarlas…

Como el barco era enorme y casi no salían del camarote, pues no se había percatado que Blaise iba ahí también, como estaban en distintos sectores, el solo se encargaba de cuidar a Wynne, cuando Mónica hacía otros encargos de Draco.

Hermione y Harry abordaron a los ocho días el siguiente barco que seguía la misma ruta, moviendo sus influencias para saber quien bajaba y subía de los puertos en el barco en el que se había ido Draco y Mónica, Hermy llevaba todo lo necesario, pues no sabía que tan corto o largo sería la búsqueda de su dragón.

Sin embargo, en el barco en el que iba Draco, también subió una pasajera más… Una larga cabellera rubia un poco desparpajada, con unos atuendos extravagantes y chillantes a la vista, llevaba en sus manos una revista del quisquilloso y una mochila llena de pergaminos enrollados.

Era Luna Lovegood, que estaba haciendo investigaciones sobre las criaturas existentes en su recorrido marino, como el barco paraba un par de días en cada puerto, ella tenía la oportunidad de realizar alguna reseña en esos días o durante el trayecto.

La rubia caminaba por la cubierta, cuando de pronto, su mochila se abrió y los pergaminos se regaron en el suelo, por el viento, muchos se alejaron rápidamente, comenzó a correr tras ellos, ya los había recogido todos, excepto uno, en su loco afán por atraparlo, no se percató que el pergamino ya casi volaba por el aire sobre la borda…

Ella simplemente dio el brinco para sostenerlo y cuando se dio cuenta, estaba casi brincando de la proa y delante de ella no había nada con lo que pudiera sostenerse y se caería sin dudar… iba a pegar un grito, mientras el pergamino salía volando hacia el mar…

Cuando de pronto algo la sujetó por su cintura y la jaló hacia dentro, ella sintió como golpeaba contra un pecho fuerte y notó unos brazos fuertes y morenos que la sostenían por el talle y sus pies en el aire, aunque el aire le faltaba y se volvió para mirar a su salvador

-¿Qué pretendes, matarte acaso?

La maraña de pelo rubio sobre su rostro le ocultaba el suyo, pero pudo distinguir el rostro de un conocido, uno que había estudiado en Hogwarts, que era parte de la casa Slytherin… era Blaise Zabini. Lentamente la bajó en el piso de la cubierta, y ella se quitó el pelo de la cara

Blaise hizo un gesto y la reconoció

-¿La lunática? – Gruñó y ella le miró serena y parsimoniosa, con esos enormes ojos azules claros y su rostro de niña, sin gota de maquillaje

-Luna Lovegood – Aclaró ella

-Pues creo que… tirarte por la borda de un barco no es para llamar la atención – Sonrió con algo de burla e ironía – pero quizás en alta mar sea más emocionante

-Gracias por evitar que me cayera – Dijo Luna restando importancia a su burla

-Tú no cambias ¿Eh? – Señaló Blaise al verla con las ropas ridículas – Ni porque ya eres una mujer de investigaciones serias según tengo entendido… una ambientalista o algo así

-Siempre he sido así…

Blaise le dirigió una mirada de arriba abajo, mucha ropa sobre la muchacha que se notaba, era delgada, se preguntaba que clase de hombre podría fijarse en ella o por el contrario, a ella que clase de tipos le gustaba, quizás sería de las eternas solteronas, porque al no mostrar nada, ni quien le echara un lazo

Un Dragón bajo la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora