Un Dragón bajo la tormenta

90: Grimmauld Place No. 12

Mónica pasaba horas sentada frente a la ventana, mirando esas flores multicolores, que parecían cristales, hasta que algo la distrajo, no supo ni que era, a un costado había una mesita con un espejo, tenía mucho rato que ella no asomaba su rostro en uno de ellos

De repente tomó el espejo y fijó su rostro pálido, definitivamente le faltaba color, sus ojos estaban hundidos por el llanto y su boca seca, se sintió tan mal, ya no tenía fuerzas para seguir luchando por la vida… ladeó su espejo y de repente vio un letrero…

Le llamó la atención y lo enfocó, leyendo el contenido, finalmente, el letrero que Tatum había puesto se tenía que leer con un espejo para que lo entendiera… “Harry Potter te ama y te está esperando junto con sus hijos”… por un momento, ella detuvo su respiración, entró en un estado catatónico y mantuvo fijo sus ojos en el espejo, leyendo el letrero hasta el cansancio

En tanto que Moni salía de su estupor…

Blaise ya había visto que todas las niñas estuvieran durmiendo, fue a la habitación del bebé y Luna estaba ahí, amamantando a su bebé, por lo menos era la última tetada y el pequeño ya dormía gran parte de la noche, despertando hasta el amanecer

Por un momento la contempló, ella se veía hermosa, en medio de la luz de las velas, sentada en la mecedora, con el pequeño en brazos, el cual se aferraba al pecho y succionaba ávidamente… Blaise esperaba que Luna poco a poco volviera a ser la misma

Regreso a su habitación y se metió a la ducha, fue larga, estaba cansado, por lo menos un poco más tranquilo, para esos momentos, ya estaba enterado que Tatum había encontrado a Lavender, solo faltaba que Harry diera con Mónica

Cuando Blaise salió, se llevó una sorpresa… Luna estaba en la habitación, sentada a la orilla de la cama, mientras que le miraba con un poco de rubor en sus mejillas, el moreno sonrió y se acercó

-¿Qué sucede Luna?

-¿Me puedo quedar contigo esta noche? – Susurró

-Claro que si mi amor…

-¿Puedes? Eh… ¿Puedes hacerme el amor?

-No tienes que pedírmelo… soy tuyo Luna, puedes hacer conmigo lo que tu quieras, porque soy tu esposo

-Es que… aún me da… algo de pena – Musitó la rubia

-No seas tímida cariño, conmigo ya no lo eres – Y diciendo esto, Blaise se quitó la bata de baño y quedó frente a ella… ¡Desnudito! ¡Ay, que ternura! Luna sintió que sus mejillas le ardían, pues ella estaba sentada… así que la parte interesante de Blaise estaba casi a la altura de su rostro…MMMMM

Intentando obviar “ese asunto” Luna recorrió el cuerpo perfecto de su esposo, su pecho, su abdomen, su vientre, sus piernas musculosas, todo cual lo recordaba esa noche en que habían echo el amor ¿Qué podía hacer ante suculento manjar?

Una de sus manos subió por su vientre, su abdomen y acarició el pecho de Blaise que la miraba con unos ojos entremezclados de dulzura y deseo, quería que ella fuera la que despertara, lo estaba logrando, Luna no podía dejar de mirar ese cuerpo de chocolate macizo que poseía Blaise

-Cómeme Luna – Sonrió Luna

-¿Cómo?

-Hay que mezclar el chocolate blanco con el chocolate negro - Le dijo en tono seductor

Las manos de Luna volvieron a recorrer el abdomen, hasta que bajó lentamente por el vientre de su esposo, encontrándose con su virilidad, lo acarició lentamente, como si fuera la primera vez, sus dedos rozaban lentamente la piel sensible y delicada, siguió tocando todo, explorando la situación, recorriendo cada línea, con tanta suavidad, que Blaise se mordió los labios