Sentimientos Puros

95 12 11
                                    

Narra Meredith

Derek está preso, Callie tuvo que pagar una fianza para que dejaran salir a Mark de la cárcel y Addison está embarazada. Las cosas no podrían haber salido peor, ésto es un desastre, al menos ya no corre ningún peligro, ahora está conmigo.

- Ya hablé con Richard, estaba muy preocupado, tenía como mil llamadas perdidas suyas - dijo ella, regresando del baño con su teléfono en la mano.

Resulta que Derek lo había escondido en su propio bolsillo para mantenerla controlada y saber quién la llamaba, Cristina lo encontró y se lo entregó antes de subir al auto. Es aterrador pensar en todo lo que pudo haber pasado si nosotros no llegábamos a tiempo.

- Qué bien, ahora podrá descansar, nosotras deberíamos hacer lo mismo - dije, observando el reloj, el cuál marcaba las tres de la mañana, fué el día más largo de toda mi vida.

- ¿En verdad no te molesta que me quede aquí? - preguntó, sentándose junto a mí en mi cama, aún algo incómoda y tímida.

- Claro que no, prometí que me quedaría contigo, no iba a dejar que regresaras a ese trailer ni a una fría habitación de hotel, mi casa siempre está lista para recibir visitas - dije, sacándole una sonrisa sincera.

- Ojalá Doc también estuviera aquí - dijo, recordando que nuestro amigo llevaba un par de días internado en el hospital veterinario, extraño tener su compañía.

- Él te extraña, podemos ir a visitarlo mañana si quieres - propuse, acomodándome bajo las sábanas.

- Sí...eso sería lindo - respondió, acostándose sobre mi pecho sin previo aviso, dejándome completamente muda y petrificada.

Luego del shock, acaricié su cabello, con mi mano temblorosa, ella estaba demasiado cerca, no puedo creer que en verdad yo logre transmitirle esa seguridad.

- Ahora descansa, lo necesitas - murmuré, besando su frente y abrazándola para dormir, no sé qué es lo que estoy haciendo.

- Descansa, Mer - dijo, abrazándome también, usandome como su refugio de todo mal.

Al menos hubo algo positivo ésta noche, no es mucho, pero pienso protegerla de todo, cueste lo que cueste.

Narra Addison

Al día siguiente, desperté demasiado adolorida e incómoda, Meredith seguía abrazándome y eso me dió tranquilidad, pero mis dolores persistían, al igual que mi malestar.

- Mer...algo anda mal - dije, despertándola con un fuerte sobresalto.

- ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? - preguntó, un poco desorientada.

- Es mi estómago - alcancé a decir, antes de correr al baño para vomitar.

Ella me siguió y sujetó mi cabello, arrodillándose en el piso junto a mí. Apoyé mi frente en el inodoro, sintiéndome demasiado mareada y molesta conmigo misma.

- Odio ésto - me quejé, con mis ojos rojos por el vómito.

- Ya pasará, descuida - dijo, atando mi cabello con una liga y besando mi cabeza con mucha suavidad.

- Creo que me quedaré aquí por un rato, las náuseas siguen - dije, sin querer moverme ni un centímetro.

- Está bien, iré por un vaso de agua - dijo, dejándome sola con mis errores y mis náuseas matutinas.

Vomité una vez más y luego me levanté a duras penas para enjuagar mi boca y lavar mi cara. Ni siquiera sé quién es la mujer a la que estoy viendo en ese espejo, olvidé por completo cómo ser Addison Montgomery, dejé que Addison Shepherd me consumiera por completo y ahora ni siquiera sé quién soy.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora