Destinadas // Meddison

Planes Internacionales

Narra Addison

Con el pasar de las semanas, no volvimos a saber nada de Ellis, creo que mis palabras fueron más que claras para hacerla entender. Mer se vé mucho más tranquila, está estudiando como loca para su exámen final y yo intento ser un buen apoyo, sin estresarla ni presionarla, sólo la ayudó cuando ella me lo pido y le doy algunas recomendaciones que nacen de mi propia experiencia.

Ahora mismo, ella está haciendo unos exámenes de prueba que armé para prepararla, mientras que yo practico algunos idiomas que tengo algo oxidados para poder hacer una buena presentación de mi proyecto a diferentes países y estar lista para las entrevistas.

- God morgen, jeg heter Addison Montgomery...- repetí en voz alta, intentando hacer que sonara lo más natural posible.

- ¿Estás invocando a algún demonio? - preguntó Mer, con una sonrisa burlona.

- Nooo, intento traducir toda mi presentación a noruego, pero ahora tengo un mezcla de idiomas en mi cabeza y creo que va a ser un desastre - exclamé, arrojándome al sofá y aplastando mi cara en él.

- Ya, mi pimpollito, todo va a salir bien - dijo, acariciando mi cabello.

- ¿Tú no deberías estar estudiando? - pregunté, alzando mi mirada hacia ella.

- Sí, pero hoy cumplimos dos meses de noviazgo y quiero al menos pasar un rato contigo - expresó, sentándose a mi lado.

- Felices dos meses, bonita - dije, acostándome sobre su regazo y dejando que me hiciera mimos.

- Felices dos meses, bebé ¿Quieres que te ayude con eso? - preguntó, mirando mi pila de papeles y mi presentación en powerpoint.

- No, mis contactos consiguieron algunas entrevistas con otros países, pero son a largo plazo, por ahora, mi primera reunión será con el distrito de salud de Seattle, están locos por tenerme aquí y apoyan cualquier cosa que yo les proponga, pero no sé si los demás también piensen de ese modo - dije, sintiéndome como una celebridad en mi propio país.

- Amorcito, eres la mejor cirujana del país, las revistas medicas no dejan de mencionarte por hazañas casi milagrosas ¡Separaste a bebés siameses con una cirugía dentro del útero! ¿En dónde demonios se ve algo así? Sin importar qué tan fluido hables los idiomas, todos se pelearán por tenerte de su lado - dijo, elevando mi confianza a niveles casi imposibles.

- Supongo que tengo cierta ventaja...- dije, siendo modesta con mis habilidades.

- Lo tienes todo - dijo, sujetando mi mentón para besarme, no sé qué hice para merecerla.

- ¿Sabes qué? Deberíamos tomarnos un descanso, al menos por hoy, vamos a algún lugar lindo y tomemos algo - propuse, jugando con sus manos y dándole besitos.

- Me gusta mucho la idea, ya no puedo seguir releyendo esos papeles, voy a volverme loca - contestó, apoyando su frente con la mía, sintiéndose agotada.

- Entonces vamos - le dí un beso extra y me levanté para darle un giro a nuestro día de trabajo.

Tomé mi bolso, arreglé un poco mi maquillaje y llevé a mi hermosa novia a dar un paseo por la ciudad, recorrimos tiendas, comimos cosas dulces y visitamos la playa, tuvimos nuestros celulares apagados para que nadie pudiera interrumpir nuestro día especial. Somos ella y yo contra el mundo.

Narra Meredith

Adoro el lado romántico de mi novia, no mencionó nada relacionado al trabajo durante todo el día, sólo se dedicó a mimarme y a pasar tiempo conmigo, me hace sentir única y especial.