Mamás Primerizas

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Narra Addison

Mer me dejó dormir demasiado, cuando desperté ya era de noche, los bebés estaban recién bañados, tomando su biberón nocturno, siempre preparo algunos con leche materna para que su mami tambien pueda alimentarlos.

- ¿Cuánto tiempo estuve dormida? - pregunté, frotando mis ojos y estirando mis músculos.

- Unas horas, te veías demasiado hermosa como para molestarte - dijo ella, con un guiño tierno y coqueto.

- ¿Comieron bien? - pregunté, mirando a mis bebés.

- Muy bien, tuvimos charlas muy interesantes - dijo, haciendo reír a Rose con pequeñas cosquillas.

Me levanté y sujeté a Frank en mis brazos para apretarlo y darle besitos, me matan de amor.

- Le daré pecho, tú sigue con Rose y su biberón - dije, para dividirnos las tareas, después de todo, somos un equipo.

Amo todos y cada uno de nuestros momentos en familia, estoy viendo crecer a mis bebés junto al amor de mi vida, no hay nada mejor que eso.

Dos meses después

Narra Meredith

Estoy demasiado felíz, Addie y yo estamos más unidas que nunca, todo marcha más que bien, la semana pasada hicimos una pequeña escapada romántica y fue lo mejor del mundo. Nuestros bebés tienen 7 meses, ya pueden comer algunas cosas, como puré, papillas, sopa y más cosas como esas, también saben sentarse por sí solos y se arrastran intentando gatear...aunque aún es muy pronto para eso.

Tengo una semana libre del trabajo por un pequeño accidente que sufrí intentando que Frank no se cayera de la cama. Golpeé mi cabeza contra la mesita de noche y eso provocó una contusión, creo que una semana entera de descanso es demasiado, pero los jefes insistieron. Traté de cubrir ese tiempo con los bebés, al menos me divierto bastante con ellos.

- Vamos a contar las monedas de mamá...aquí tenemos una...dos....tres...- estoy intentando estimular sus conocimientos tempranos.

Ellos sólo rien y aplauden, pero algo de todo ésto va a quedarse con ellos cuando crezcan, estoy segura. Los dejé solos por unos segundos para atender una llamada de mi novia, está muy ansiosa por la próxima inauguración de su clínica privada, está al lado del hospital, pero aún así voy a extrañarla.

- ¡El área de obstetricia es rosa! - dijo, con ese tierno tono de emoción en su voz.

- Qué hermoso, mi vida, me alegra mucho oírte así de felíz - dije, mientras observaba de lejos a mis bebés.

Rose estaba metiendo algo en su boca...o eso creí ver, no quise arriesgarme.

- Mi amor, voy a colgar, los niños están un poco inquietos - dije, para poder poner mi atención en ellos.

- Claro, recuerda cantarles la canción que inventamos, los pone muy felices...ya quiero estar con ellos -

- Ellos entienden que eres una mamá trabajadora, mi vida - dije, levantándole el ánimo a mi hermosa jefa.

Colgamos la llamada y corrí hacia Rose.

- ¿Qué tenías en la boca? ¿Lo tragaste? - pregunté, buscando qué pudo haber sido.

- Las monedas...-

Mierda, estoy en problemas. Tenía diez monedas aquí, ahora sólo hay ocho ¡Rose se tragó dos monedas!

Narra Alex

Estaba en el trabajo, atendiendo casos y ayudando a Arizona con un niño de diagnóstico terminal, es algo demasiado duro de ver, así que estoy buscando cualquier excusa para huír.

Destinadas // MeddisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora